La temporada oficial de lluvias y ciclones tropicales en México comenzó el 15 de mayo en las costas del Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este año, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), el SMN y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se están preparando para una temporada de huracanes y ciclones que se anticipa más activa de lo habitual, tras un 2023 particularmente intenso.
En una conferencia celebrada el pasado 6 de mayo, las autoridades revelaron que se espera un aumento en el número de sistemas ciclónicos tropicales tanto en el Atlántico como en el Pacífico para este 2024. La temporada de huracanes se extenderá hasta noviembre, y ya se ha detectado el primer fenómeno natural: el Huracán Alberto.
Te podría interesar
Te podría interesar
¿Cuándo toca tierra el Huracán Alberto en México?
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos dijo que tentativamente el Huracán Alberto tocará tierra en junio.
Se prevé que este huracán desencadene lluvias intensas y vientos fuertes, afectando principalmente los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.
No obstante, estas predicciones son preliminares, ya que la trayectoria del huracán podría variar repentinamente. Por ello, es crucial seguir de cerca las recomendaciones emitidas por Protección Civil.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del SMN, informó que mantendrá una vigilancia especial sobre una zona de baja presión identificada en el Atlántico. La institución también expresó que se esperan entre 15 y 18 sistemas tropicales en 2024, por lo que se mantiene en constante vigilancia de lo que ocurre en el Océano Atlántico.
¿Qué se recomienda hacer ante un posible huracán?
Ante la amenaza del Huracán Alberto y otros fenómenos climáticos, las autoridades recomiendan a la población:
- Mantenerse informado: Seguir los reportes del Servicio Meteorológico Nacional y Protección Civil.
- Preparar un kit de emergencia: Incluyendo agua potable, alimentos no perecederos, medicamentos, y documentos importantes.
- Tener un Plan de Evacuación: Identificar rutas seguras y refugios temporales en caso de emergencia.
- Proteger su vivienda: Asegurar ventanas, puertas y retirar objetos que puedan ser arrastrados por el viento.