Mucho hemos escuchado y leído sobre el cambio climático, uno que ha provocado severos daños en diversos ecosistemas, al igual que entre la población de todo el mundo, uno que se encargó de darnos temperaturas históricas en México durante junio y parte de julio de este año. ¿Pero qué hay del cambio climático subterráneo?, ¿qué es y cómo nos afecta? En los siguientes párrafos explicaremos de qué va este fenómeno y qué efectos podrían desprenderse de él.
Un estudio elaborado por la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, define el cambio climático subterráneo como un fenómeno que transforma o altera las características del suelo que hay debajo se zonas urbanas o grandes ciudades, el cual debe su nombre a que se da precisamente por debajo de la superficie, trayendo como consecuencia un aumento en la temperatura del suelo subterráneo.
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En ese mismo estudio la institución educativa señala que tal fenómeno no tiene relación con el cambio climático que conocemos y que se siente y experimenta sobre la superficie, pero sí se deriva del impacto que las actividades humanas han provocado en nuestro planeta.
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Actualmente algunos miembros de la comunidad científica lo definen como un "peligro silencioso" que se extiende por debajo de ciudades muy pobladas, el cual ocasiona un alto nivel de contaminación de aguas subterráneas, algo que en cierto momento podría generar daños a la salud.
En la investigación se menciona que este cambio climático subterráneo generado en zonas urbanas guarda mucho calor en espacios que suelen estar por debajo de la tierra, siendo el transporte subterráneo, mejor conocido como metro en México, uno de los lugares donde se guarda y retiene más calor durante el día y que durante la noche se libera, de ahí que las ciudades sean más calientes que incluso algunas zonas rurales.
¿Cuáles son los efectos del cambio climático subterráneo?
Alessandro Rotta Lora, miembro del estudio y académico de la facultad de ingeniería de la Universidad Northwestern, explica que en los últimos 25 años se han llevado a cabo varias investigaciones sobre el cambio climático subterráneo, labor que ha servido, entre otras cosas, para conocer los efectos o daños que ha provocado este fenómeno.
Según el científico, las variaciones de temperatura por debajo del suelo han ocasionado afectaciones en el crecimiento sano de plantas, han alterado la forma en cómo fluye el agua subterránea y las condiciones del transporte que va por debajo de la tierra, además de afectar la salud de la población.
Así mismo se descubrió que el cambio climático subterráneo ha generado hundimiento lento del subsuelo, al igual que problemas estéticos y alteraciones en la operación de algunos edificios, lo que se traduce en cuantiosas sumas de dinero para remodelaciones y reparaciones de los mismos, añadiendo que muchas de estas edificaciones no fueron diseñadas para soportar altas temperaturas.
Agregó que si bien los edificios más nuevos pueden tolerar mejor el calor extremo, no se descarta la posibilidad de que también sufran daños por dicho fenómeno. Gracias a simulaciones hechas por su equipo de trabajo se prevé que las altas temperaturas hundan algunos milímetros ciertos edificios por un ablandamiento del suelo. Y aunque precisó que esto, en apariencia, puede ser poco, a nivel estructural sí puede afectar severamente la estabilidad y cimentación de cada construcción.
Como medidas para aprovechar los efectos del cambio climático subterráneo, el experto propuso la utilización de tecnologías geotérmicas que sean capaces de captar el calor y administrarlo de forma correcta en la calefacción de ciertos edificios, por ejemplo, así como de recurrir a la instalación de aislantes térmicos en ciertas construcciones
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