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Estos alimentos contienen dióxido de titanio que podría poner en riesgo tu salud, según expertos de la UNAM

El uso del dióxido de titanio en alimentos es una práctica común pero controvertida debido a sus posibles riesgos para la salud.

Estos alimentos contienen dióxido de titanio que podría poner en riesgo tu salud, según expertos de la UNAM.Créditos: Imagen: Especial Heraldo Binario
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Algunas marcas de mazapanes, sopas instantáneas, confitería como huevitos de chocolate, leche baja en grasa y sustitutos de crema para café contienen dióxido de titanio (TiO2), un aditivo alimenticio que podría ser perjudicial para la salud, reveló la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en una publicación. 

Yolanda Irasema Chirino López, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM, explica que los aditivos alimenticios son compuestos añadidos para mejorar las propiedades físicas de los alimentos, como color, sabor y consistencia, sin aportar valor nutricional.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los aditivos se justifican si satisfacen una necesidad sin inducir a error al consumidor y si tienen un objetivo definido, como mantener el valor nutricional del producto.

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¿Cómo afecta a la salud el dióxido de titanio?

El dióxido de titanio ha sido utilizado desde los años 60 en diversas industrias, incluyendo la alimentaria, textil, farmacológica y de pinturas. Fue aprobado para consumo humano por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y por el Codex Alimentarius de la FAO/WHO, este aditivo se encuentra bajo la nomenclatura E171.

La introducción de la nanotecnología ha modificado algunas propiedades del TiO2, reduciendo el tamaño de sus partículas a dimensiones comparables a las de un virus.

"Con la nanotecnología, el tamaño de las partículas del TiO2 ha disminuido, lo que preocupa porque no sabemos cuánto tiempo permanecen en el cuerpo y su impacto en la salud,” comentó Chirino López.

Desde 2014, el laboratorio de la doctora Chirino ha investigado los efectos del TiO2 en modelos animales, encontrando que su consumo puede incrementar el desarrollo de tumores en el colon.

Además, el aditivo exacerbó daños hepáticos en animales obesos con dietas altas en grasas. La investigación sugiere que, aunque el TiO2 no parece afectar a personas sanas, podría agravar condiciones preexistentes y no se elimina fácilmente del cuerpo.

¿Qué hacer para minimizar riesgos? 

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que el TiO2 no es seguro para el consumo humano debido a su potencial genotóxico, es decir, su capacidad para dañar el DNA.

Y, aunque la legislación mexicana obliga a las empresas a marcar claramente cuando un producto contiene aditivos como el TiO2, muchas veces no se especifica en las etiquetas.

Con ello violan la Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA1-2010. Esto dificulta a los consumidores identificar qué alimentos contienen este aditivo y en qué cantidades.

Para minimizar riesgos, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio, dejar de fumar y limitar el consumo de alimentos procesados.

“Debemos ser conscientes de que las personas tienen distintas susceptibilidades y que es necesario poner atención en nuestra salud,” concluyó Chirino López.