La reducción de la jornada laboral en México a 40 horas semanales está en camino de convertirse en una de las reformas más significativas en materia laboral. Esta propuesta, que ha sido incluida en la agenda gubernamental para 2025, busca adaptar el entorno laboral del país a estándares internacionales, priorizando el bienestar de los trabajadores sin comprometer sus ingresos.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, anunció que en 2025 comenzarán las mesas de trabajo para discutir esta reforma. La medida, que reducirá la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, se implementará de manera gradual y sectorizada, según informó en una conferencia reciente. Las sesiones estarán coordinadas por la Secretaría del Trabajo y se espera que participen representantes del sector empresarial, trabajadores y legisladores.
Te podría interesar
Esta reforma responde a una demanda laboral que se intensificó en los últimos años, durante los cuales México se mantuvo como uno de los países con mayor carga laboral anual, con un promedio de 2,124 horas trabajadas al año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Te podría interesar
Impacto en los salarios: ¿Qué esperar?
Uno de los temas que ha generado preocupación es si esta reducción en la jornada laboral afectará los ingresos de los trabajadores. Sin embargo, la Ley Federal del Trabajo (LFT) garantiza que los salarios no se verán reducidos por esta modificación. La fracción IV del artículo 51 de la LFT establece que cualquier reducción salarial injustificada sería inconstitucional, permitiendo al empleado exigir indemnización bajo el formato de despido injustificado.
Por lo tanto, la reforma busca mantener el mismo nivel de ingresos para los trabajadores, pero con una menor carga horaria, promoviendo así un balance entre la vida laboral y personal.
El enfoque gradual permitirá que diferentes sectores adapten sus operaciones a esta nueva medida. Algunos sectores ya han adoptado la jornada de 40 horas, mientras que otros necesitarán ajustes para garantizar que la transición sea eficiente tanto para empleadores como para empleados. Esta estrategia también permitirá que el gobierno evalúe el impacto de la reforma y realice los ajustes necesarios.
La reducción de la jornada laboral no es la única prioridad del actual gobierno en materia laboral. Sheinbaum ha reiterado que continuará trabajando para incrementar el salario mínimo, con subidas anuales promedio del 12%, buscando alcanzar el equivalente a 2.5 canastas básicas.
Además de las mejoras salariales, esta reforma tiene el potencial de modernizar el sistema laboral mexicano, equiparándolo a modelos internacionales más competitivos y humanos. Si bien la transición requerirá esfuerzos coordinados entre gobierno, empresas y trabajadores, el objetivo final es claro, mejorar la calidad de vida de millones de empleados sin comprometer su estabilidad económica.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.