El vínculo entre la ciencia, la salud y el sueño ha sido objeto de múltiples investigaciones en los últimos años. Diversos especialistas coinciden en que el descanso nocturno es uno de los pilares fundamentales para mantener la memoria en buen estado, prevenir el deterioro cognitivo y evitar los efectos negativos del insomnio. Dormir menos de siete horas diarias no solo se traduce en cansancio acumulado, sino que también puede repercutir directamente en la forma en que el cerebro procesa y conserva la información.
La ciencia demostró que, durante el sueño, el sistema nervioso realiza funciones de limpieza y reorganización esenciales para la salud mental. En este sentido, el psiquiatra californiano Daniel Amen, especialista en neuroimagen y fundador de Amen Clinics, explica que descansar menos de siete horas provoca lo que se conoce como “niebla mental”, una consecuencia del insomnio crónico. Según su investigación, el cerebro necesita ese tiempo para llevar a cabo un “lavado nocturno”, proceso mediante el cual elimina desechos metabólicos que se acumulan a lo largo del día.
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La ciencia explica por qué el insomnio afecta la memoria
De acuerdo con Amen, cuando esta limpieza cerebral no se completa, el riesgo de problemas cognitivos aumenta de forma considerable. La ciencia sostiene que este fenómeno puede explicar por qué el insomnio está relacionado con dificultades de concentración, olvidos frecuentes y mayor vulnerabilidad a enfermedades neurológicas. Por ello, recomienda instaurar un “toque de queda neuronal”, es decir, establecer una hora fija para acostarse y dormir al menos siete horas cada noche.
El especialista subraya la importancia de cuidar la higiene del sueño para proteger la salud. Entre las medidas que sugiere, destaca reducir el uso de pantallas por la noche, pues la luz de móviles, tabletas y ordenadores retrasa la conciliación del sueño. La ciencia respalda esta práctica al demostrar que la exposición a la luz artificial interfiere en la producción de melatonina, hormona clave para el descanso. De esta forma, limitar los dispositivos antes de dormir puede disminuir los episodios de insomnio.
Otra estrategia útil consiste en implementar un “atardecer digital”: desconectar los aparatos electrónicos una hora antes de ir a la cama y sustituirlos por actividades relajantes. Leer, escribir en un diario o tomar un baño caliente ayudan a inducir el sueño y favorecen la memoria a largo plazo. La ciencia también recomienda crear un entorno propicio para dormir, regulando la temperatura, usando iluminación tenue y recurriendo a aromas como la lavanda, prácticas que fortalecen la salud y combaten el insomnio.
Amen incluso señala que, bajo supervisión médica, se pueden utilizar suplementos naturales como melatonina, magnesio, 5-HTP o GABA para reducir la ansiedad nocturna y mejorar el descanso. Además, plantea el uso del “diario de preocupaciones”, una herramienta sencilla para descargar la mente antes de dormir y evitar que los pensamientos repetitivos se conviertan en un obstáculo para la memoria.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué relación existe entre el insomnio y la memoria según la ciencia?
- La ciencia indica que el insomnio impide que el cerebro realice su limpieza nocturna, lo que afecta la memoria y la salud cognitiva.
2. ¿Dormir menos de 7 horas afecta la salud a largo plazo?
- Sí, la ciencia señala que el descanso insuficiente incrementa el riesgo de deterioro de la memoria y problemas de salud.
3. ¿Qué recomienda la ciencia para combatir el insomnio?
- Reducir pantallas antes de dormir, mantener una rutina fija y crear un ambiente adecuado son medidas que mejoran la salud y reducen el insomnio.
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