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Los agujeros negros pueden 'hacerse de comer', según investigación de la NASA

Este estudio representa un gran avance en la astrofísica, ya que demuestra que los agujeros negros no solo absorben materia, sino que también pueden generar las condiciones para su propio crecimiento.

Los agujeros negros pueden 'hacerse de comer', según investigación de la NASA.Los agujeros negros pueden 'hacerse de comer', según investigación de la NASACréditos: DALL-E (IA)
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Los agujeros negros han sido durante mucho tiempo un enigma para la comunidad científica, pero una nueva investigación liderada por la NASA y la Universidad de Santiago de Chile reveló un sorprendente hallazgo, los agujeros negros más masivos del universo pueden crear su propio alimento.

A través del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y el Very Large Telescope (VLT) en Chile, los astrónomos encontraron evidencia de que los estallidos de los agujeros negros ayudan a enfriar el gas a su alrededor, permitiendo que este fluya de regreso al agujero negro, lo que provoca un ciclo continuo de alimentación.

Este descubrimiento cambia la forma en la que entendemos la dinámica de estos cuerpos cósmicos y su influencia en la formación de estrellas y galaxias.

Cúmulo de Perseo: Rayos X: NASA/CXC/SAO/V. 

¿Cómo se alimentan los agujeros negros?

Los agujeros negros no generan luz ni materia por sí mismos, sino que se alimentan del gas y polvo cósmico que los rodea. Según la nueva investigación, los estallidos que emiten los agujeros negros pueden hacer que el gas caliente se enfríe y forme filamentos de gas, los cuales posteriormente fluyen hacia el centro del agujero negro, alimentándolo nuevamente.

Este proceso no solo permite que los agujeros negros crezcan, sino que también impacta en la formación de estrellas y la evolución de galaxias enteras.

El estudio y las observaciones en los cúmulos de Perseo y Centauro

Para demostrar esta teoría, los científicos analizaron siete cúmulos de galaxias, incluyendo los cúmulos de Perseo y Centauro, dos de las estructuras más grandes del universo.

En estas observaciones, se detectó que:

  1. Los agujeros negros centrales emiten chorros de energía, creando grandes cavidades en el gas caliente circundante.
  2. El gas caliente se enfría y forma filamentos de gas más denso, que posteriormente fluyen de regreso al agujero negro.
  3. Este ciclo se repite, asegurando que los agujeros negros siempre tengan una fuente de alimento disponible.

Los datos del telescopio Chandra mostraron los rayos X del gas caliente en color azul, mientras que los datos del Very Large Telescope (VLT) revelaron los filamentos más fríos en rojo, permitiendo un análisis más detallado de este fenómeno.

¿Por qué es importante este hallazgo?

Este descubrimiento tiene implicaciones profundas en la astrofísica, ya que:

Confirma que los agujeros negros pueden regular su propio crecimiento, lo que ayuda a entender su evolución a lo largo del tiempo.

Explica cómo la interacción de los agujeros negros con su entorno influye en la formación de nuevas estrellas dentro de los cúmulos de galaxias.

Muestra una conexión cósmica inesperada entre estos filamentos de gas y las llamadas "galaxias medusa", que presentan largas colas de gas arrancadas por el movimiento a través del universo.

Este estudio, publicado en la revista Nature Astronomy, fue posible gracias a una innovadora técnica que permitió aislar los filamentos calientes en los datos de rayos X, lo que proporcionó pruebas más claras de este ciclo de alimentación.

El Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, en colaboración con el Centro de Rayos X Chandra del Observatorio Astrofísico Smithsonian, lideró las operaciones científicas de este estudio.

El telescopio Chandra, especializado en la detección de rayos X, y el Very Large Telescope (VLT), equipado con el instrumento MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer), permitieron generar vistas en 3D del universo, facilitando el análisis de estos filamentos de gas.

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