Las observaciones recientes con el telescopio espacial James Webb (JWST) han revelado un descubrimiento sorprendente en el campo de la astronomía. Un equipo de investigadores ha descubierto un velo de polvo oculto en una galaxia situada a 70 millones de años luz de distancia, desvelando detalles nunca antes vistos sobre el entorno de un agujero negro supermasivo. Este hallazgo se publicó en la prestigiosa revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y ha generado un gran interés en la comunidad científica.
Un descubrimiento inesperado
La investigación, dirigida por Houda Haidar, estudiante de doctorado en la Escuela de Matemáticas, Estadística y Física de la Universidad de Newcastle, ha demostrado que la energía que calienta el polvo en esta galaxia proviene de colisiones de gas que fluyen a una velocidad cercana a la de la luz. Esta revelación fue inesperada, ya que se creía que la radiación del agujero negro supermasivo era la principal fuente de energía para calentar el polvo.
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Houda y su equipo son miembros del Galactic Activity, Torus, and Outflow Survey (GATOS), una colaboración internacional que estudia los centros de las galaxias cercanas utilizando el JWST. Este equipo ha estado trabajando con algunas de las primeras observaciones dedicadas al JWST, lo que ha permitido obtener datos de una calidad sin precedentes.
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Los núcleos galácticos activos y el papel del polvo
Los astrónomos definen un núcleo galáctico activo (AGN) como un agujero negro supermasivo, de millones a miles de millones de veces la masa del Sol, que crece alimentándose de gas. En muchos AGN, las densas nubes de polvo y gas que alimentan el núcleo también bloquean su visión para los observadores en la Tierra. Sin embargo, la visión infrarroja del JWST permite mirar a través de este polvo y revelar el núcleo oculto.
Las nuevas imágenes del JWST de la galaxia ESO 428-G14 han mostrado que gran parte del polvo cerca del agujero negro supermasivo se extiende a lo largo del chorro de radio. Esta investigación ha encontrado una estrecha relación entre el polvo y el chorro de radio, sugiriendo que el propio chorro podría ser responsable de calentar y dar forma al polvo observado.
Implicaciones del estudio
El Dr. David Rosario, profesor titular de la Universidad de Newcastle y coautor del estudio, comentó en un comunicado:
"Hay mucho debate sobre cómo los AGN transfieren energía a su entorno. No esperábamos ver chorros de radio que causaran este tipo de daño. Y sin embargo, aquí está".
Este estudio es crucial para entender cómo las galaxias reciclan su material. Al investigar el polvo cerca de los agujeros negros supermasivos, los astrónomos pueden aprender más sobre los procesos mediante los cuales estos agujeros negros influyen en las galaxias, incluida la nuestra. Esta influencia se manifiesta en la forma en que la energía del agujero negro afecta el gas y el polvo circundante, lo que a su vez puede influir en la formación de estrellas y la evolución de la galaxia en su conjunto.
El descubrimiento del JWST es un hito en la astronomía moderna. No solo proporciona una visión más clara de los entornos de los agujeros negros supermasivos, sino que también desafía las teorías previas sobre cómo se transfiere la energía en estas regiones extremas del espacio. La investigación de Houda Haidar y su equipo abre nuevas vías para explorar la interacción entre el polvo, el gas y los chorros de radio en los núcleos galácticos activos.
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