CHINA

China construye una presa colosal que impacta la rotación de la Tierra

Esta presa se erige no solo como una de las construcciones más colosales, sino también como un ejemplo de cómo las intervenciones humanas impactan la dinámica de la Tierra

Créditos: Twitter: @IIUNAM
Escrito en CIENCIA el

China, un país famoso por su capacidad de llevar a cabo proyectos de infraestructura de proporciones colosales, ha logrado lo impensable con la construcción de la Presa de las Tres Gargantas, ubicada en el río Yangtsé. Esta megaobra no solo es la central hidroeléctrica más grande del mundo, sino que también ha provocado un impacto inesperado y sorprendente: ha alterado ligeramente la rotación de la Tierra.

La Presa de las Tres Gargantas: una obra monumental

La Presa de las Tres Gargantas, situada en una de las principales vías fluviales de China, es un símbolo del poderío de la ingeniería moderna. Inaugurada en 2012, su construcción tomó 17 años y movilizó a miles de ingenieros, trabajadores y expertos. La presa, con 185 metros de altura y más de 2 kilómetros de longitud, tiene la capacidad de generar hasta 22,500 megavatios de energía, lo que la convierte en un pilar fundamental para el desarrollo energético del país asiático.

Con el fin de aprovechar al máximo el caudal del río Yangtsé, la presa canaliza tres gargantas cercanas, lo que ha permitido la producción masiva de energía limpia y renovable. Esto ha reducido considerablemente la dependencia de China de los combustibles fósiles, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y proporcionando energía eléctrica a millones de hogares y empresas en todo el país.

No obstante, el impacto de la Presa de las Tres Gargantas ha ido mucho más allá de la generación de electricidad. Su capacidad para retener y redistribuir una cantidad masiva de agua ha tenido consecuencias que ni los expertos podían anticipar en su totalidad: ha afectado la rotación de la Tierra.

Un impacto inesperado en la rotación de la Tierra

De acuerdo con estudios recientes, la redistribución de la masa de agua que provoca esta presa ha causado una leve alteración en la inercia del planeta. En términos simples, la cantidad de agua que la presa retiene y luego redistribuye ha sido suficiente para modificar ligeramente la rotación terrestre. Este fenómeno ha resultado en un cambio mínimo pero mensurable: la duración del día se ha alargado en aproximadamente 0,06 microsegundos, y el polo terrestre ha experimentado un desplazamiento de cerca de 2 centímetros.

Aunque estos cambios son imperceptibles para la mayoría de las personas, en el ámbito científico son significativos. Este fenómeno plantea nuevas interrogantes sobre cómo las grandes obras de infraestructura pueden afectar los sistemas naturales del planeta, y en particular, cómo las construcciones humanas, por más beneficiosas que sean, tienen el potencial de influir en aspectos que antes se consideraban inalterables.

¿Cómo nos afecta este cambio?

Para la vida cotidiana, este ligero cambio en la rotación de la Tierra no es algo que vayamos a notar. No obstante, ciertos dispositivos de alta precisión, como los relojes atómicos, podrían verse afectados por estas pequeñas variaciones. Los relojes atómicos son fundamentales en la sincronización global de sistemas de telecomunicaciones y navegación, y un desajuste en la medición del tiempo, por más pequeño que sea, puede tener repercusiones a gran escala.

Además, el alargamiento mínimo de los días podría, en el futuro, requerir ajustes en la medida del tiempo, con la posibilidad de eliminar segundos o minutos de los relojes estándar para mantener la precisión temporal. Este tipo de modificaciones, aunque raras, no son del todo desconocidas en el mundo de la astronomía y la geofísica, pero la causa detrás de este cambio específico es lo que resulta extraordinario.

A pesar de los efectos secundarios inesperados, la Presa de las Tres Gargantas sigue siendo una obra maestra de la ingeniería moderna y una pieza clave en la transición energética de China. La energía generada por esta central hidroeléctrica ha permitido que el país reduzca significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero y avance hacia un modelo energético más sostenible.

Sin embargo, el impacto de la presa no solo se limita a su contribución energética. Este fenómeno abre una ventana de oportunidad para que los científicos investiguen más a fondo cómo las construcciones humanas de gran envergadura pueden influir en el comportamiento físico del planeta. Aunque la modificación en la rotación terrestre es minúscula, su existencia invita a reflexionar sobre el papel que las megaestructuras pueden desempeñar en el equilibrio natural de la Tierra.

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