Con cada día que pasa la ciencia hace un gran avance, pues, miles de científicos en el mundo se encuentran intentando probar sus teorías o trabajando para descubrir nuevas formas, aparatos o conocimientos que ayuden a la humanidad o para satisfacer la curiosidad humana que pueda cambiar la vida de los humanos. Durante siglos la ficción ha sido uno de los grandes alicientes para el desarrollo de la ciencia, pues en muchas ocasiones lo que parecía ser un cuento de ciencia ficción se ha terminado en convertir por realidad gracias a los estudios de varios científicos, tal es el caso de los viajes interestelares.
Y es que para muchos la idea de los viajes interestelares está estrechamente ligado con series de ciencia ficción como Star Trek, que desde 1966 ha traído al mainstream las ideas de viajar en el espacio, y es precisamente esta serie que inspirado a un científico mexicano, Miguel Alcubierre, para que realice un estudio para investigar si es viable un método real de propulsión a la velocidad de la luz, lo que ha sorprendido a la comunidad científica.
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Esto provocaría la creación de un propulsor que ha sido llamado El propulsor de curvatura Alcubierre, mismo que se contraería en el espacio-tiempo delante de una nave espacial y expandiría el espacio-tiempo a través de ella, para que la nave se desplace de un punto determinado a otro a una velocidad “arbitrariamente rápida”.
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Esta distorsión del espacio-tiempo, un observador fuera de la burbuja de la curvatura de la nave, vería que esta se desplaza a una velocidad superior al de la luz, y las personas dentro de la nave no sentirían la fuerza de aceleración. Lo que permitiría a la nave llegar a Alfa Centauri (el sistema solar más cercano a la vía láctea) en cuestión de días o semanas a pesar de estar a 4 años luz de distancia
¿Son factibles los viajes interestelares?
Pese a que este estudio es revolucionario y permite una explicación teórica de cómo podrían ser los viajes interestelares, el motor Alcubierre tiene un problema, y es que la energía que lo impulsa sería llamada “energía negativa”, lo que implica a partículas exóticas, o materia hipotética, que hasta el momento no existe en el universo, sino que son descritas solo en términos matemáticos, y que actúan de formas inesperadas.
Por lo que durante los últimos 30 años los científicos han ido realizando estudios que han ido eliminando los obstáculos inherentes a la velocidad de la luz en el artículo sugerido por Alcubierre en 1994.
De hecho científico del laboratorio de Ideas Applied Physics, con sede en Nueva York, han hecho grandes aportaciones para resolver el mayor obstáculo, en el que emplearon un sistema de energía positiva, que no “viola las leyes propuestas por la física”, se trata de un estudio que podría ser el primer manual de viajes interestelares, de acuerdo a esta propuesta la energía positiva sería la diferencia, por lo que esta sería la más factible para construir la curvatura que construiría una cáscara de materia muy densa para propulsar la nave y que los pasajeros no sientan ninguna aceleración al grado que “un viaje en ascensor sería más emocionante”.
Esto debido a que la densidad del armazón y la presión que ejerce en el interior serán controlados cuidadosamente y debido a que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz, la burbuja estaría diseñada para que los observadores dentro de su entorno de espacio-tiempo local experimenten un movimiento normal en el tiempo, mientras la burbuja comprime el espaciotiempo delante de la nave y lo expande detrás de ella lo que provocaría su transportación y a la nave contenida.
Pese a esto, la solución actual de Applied Pyshics requiere a un motor de curvatura que viaje por debajo de la velocidad de la luz, el modelo aún necesita introducir una masa equivalente, a dos veces el tamaño de Júpiter, pues, de lo contrario nunca alcanzará la fuerza gravitatoria y el impulso suficiente para causar un efecto de curvatura significativo.
Pero nadie sabe cuál podría ser la fuente de esta masa, por lo que por el momento los científicos sugieren que se podría aprovechar la materia oscura. Pese a esto, los científicos no quitan el dedo del renglón y están haciendo lo posible para que se realicen un motor capaz de realizar viajes interestelares.
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