En un espectáculo sin igual, el Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha proporcionado una vista cercana y detallada de nuestro astro rey, capturando una transición fascinante desde la atmósfera inferior del Sol hasta su corona exterior, considerablemente más caliente. Este paisaje sobrenatural, en constante cambio, revela estructuras similares a pelos hechas de gas cargado, conocido como plasma, que sigue las líneas del campo magnético emanadas desde el núcleo solar.
Las regiones más brillantes de este fenómeno, registradas en temperaturas que rondan el millón de grados Celsius, contrastan con el material más frío, que aparece oscuro debido a su capacidad para absorber radiación.
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¿Cómo fueron capturadas estas imágenes?
El asombroso vídeo, grabado el 27 de septiembre de 2023 por el instrumento Extreme Ultraviolet Imager (EUI) del Solar Orbiter, fue captado mientras la nave espacial se encontraba aproximadamente a un tercio de la distancia entre la Tierra y el Sol. Se dirigía hacia una máxima aproximación de 43 millones de kilómetros, programada para el 7 de octubre de ese año.
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Coincidiendo con esta hazaña, la sonda solar Parker de la NASA también se aventuró a una proximidad sin precedentes, alcanzando una distancia de tan solo 7,26 millones de kilómetros de la superficie solar el mismo día en que se grabó el vídeo. A diferencia del Solar Orbiter, Parker no captura imágenes directas del Sol, sino que se centra en medir partículas y campos magnéticos en la corona solar y en el viento solar.
Este encuentro cósmico permitió una colaboración sin precedentes entre ambas misiones, con los instrumentos de detección remota del Solar Orbiter, liderados por la ESA, observando la región de origen del viento solar que posteriormente fluiría más allá de la sonda Parker Solar Probe.
Además de la impresionante visión general, los detalles revelados en el vídeo son igualmente sorprendentes. En la esquina inferior izquierda, se observa una característica intrigante conocida como "musgo" coronal, formando delicados patrones en forma de encaje alrededor del Sol. Este fenómeno suele estar asociado con grandes bucles coronales que, aunque demasiado calientes o tenues para ser vistos directamente, dejan su marca en el paisaje cósmico.
En el horizonte solar, se destacan las "espículas", agujas de gas que se elevan desde la cromosfera del Sol, alcanzando alturas asombrosas de hasta 10,000 kilómetros. En el centro de la escena, una pequeña erupción parece insignificante, pero su tamaño es descomunal, superando incluso las dimensiones de nuestro propio planeta.
Finalmente, hacia la centro-izquierda, alrededor de los 0:30 del vídeo, se aprecia la "lluvia coronal", compuesta por acumulaciones de plasma de mayor densidad que caen hacia el Sol bajo la influencia de la gravedad, contrastando con el fondo brillante de los grandes bucles coronales.
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