Las papas fritas son, para muchos, un gusto imposible de resistir. Su sabor, textura y aroma hacen que caigamos y salgamos a la tiendita más cercana en busca de una bolsa que nos ayude a saciar ese antojo que, llevado al extremo, puede contribuir en problemas de salud física graves, aunque tal parece que también podría vulnerar la mente.
En China un equipo de investigación concluyó que el consumo constante de alimentos fritos, entre ellos las papas fritas, está relacionado con una probabilidad de 12% de desarrollar ansiedad; mientras que su influencia en el padecimiento de depresión podría estar en vinculado en un 7%. Todo ello en comparación con personas que no comen alimentos fritos.
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Papas fritas podrían ocasionar ansiedad y depresión, según estudio
Además de representar un factor de riesgo importante en el desarrollo de obesidad y alta presión arterial, las papas fritas tal parece que también podrían afectar la salud mental.
El grupo de científicos en China evaluaron a poco más de 140 mil personas a lo largo de 11.3 años continuos. Tras la exclusión de participantes diagnosticados con depresión o ansiedad, se halló que 8,294 casos de ansiedad y poco más de 12 mil casos con depresión, esto comparable con personas que no padecen estas enfermedades y que no suelen comer papas fritas recurrentemente.
Otro de los hallazgos de este estudio fue que las personas que consumían más de una porción de papas fritas u otro platillo frito de forma frecuente tenían una mayor tasa de probabilidad de padecer algún tipo de trastorno mental. Por tanto, a un mayor consumo de alimentos fritos, como son las papas, incrementa el riesgo de desarrollar ansiedad y depresión.
No obstante, algo más que se plantea es que las personas con depresión y ansiedad suelen comer más comida frita o con grasa por la recompensa inmediata que da comer alimentos freídos y sentir un poco de alivio ante un ataque de ansiedad o falta de control de emociones.
Datos de la Secretaría de Salud revelan que en México hay 3.6 millones de personas adultas con depresión en lo que va de 2023, cifra de la que 1% se consideran casos graves.
Tanto con la ansiedad como con la depresión, si no hay una atención oportuna de ambos padecimientos, existe la posibilidad de hacerlos crónicos, limitando a las personas que las padecen en sus actividades diarias.
Más allá de que las papas fritas influyan en el desarrollo de ansiedad o depresión, lo cierto es que padecimientos como estos requieren de ayuda profesional para tratarlos, ya sea mediante terapia psicológica, con medicamento o ambos recursos.
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