Tomar agua es uno de los hábitos más recomendados por médicos, entrenadores, nutricionistas y otros profesionales de la salud. No obstante, beberla en exceso puede resulta contraproducente para el cuerpo. ¿Por qué es malo tomar mucha agua? Esto es lo que la ciencia dice al respecto.
Primeramente diremos que beber agua natural es algo bueno. Cuando se hace un consumo moderado o correcto, según las características y estado de salud de cada persona, hacerlo nos da los siguientes beneficios, de acuerdo con la Secretaría de Salud:
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- Al ser el principal componente del cuerpo, el agua facilita la absorción de nutrientes esenciales de cada alimento que consumimos.
- Lubrica las articulaciones.
- Elimina toxinas gracias a la orina, transpiración y deposiciones.
- Mejora la función digestiva.
- Ayuda a que los riñones funcionen correctamente.
- Mejora la circulación de la sangre.
- Mantiene la temperatura corporal a niveles normales.
- Protege los tejidos.
- Alivia la fatiga.
- Favorece la concentración, atención, memoria y estado de alerta del cerebro.
¿Es malo tomar mucha agua?
La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) indica que tomar mucha agua o en exceso es un hábito perjudicial para la salud. ¿Por qué? Según lo que explica, al exceder el consumo de agua natural el cuerpo almacena más líquido del que puede secretar, además de que rebasa la cantidad de electrolitos o minerales que hay en la sangre.
Cuando esto sucede puede provocar que los niveles de ambos elementos bajen considerablemente, ocasionado diversos. malestares, entre ellos fatiga o cansancio intenso, al igual que dolor de cabeza.
También señala que, en caso extremos, la persona que toma agua en exceso podría tener hiperhidratación, también conocida como potomanía, es decir, una ingesta excesiva y compulsiva del líquido, haciendo de este hábito una obsesión, llevando a hombres y mujeres a tomar demasiada agua, aun sin que experimenten una sensación de sed.
Si se trata de un deportista de alto rendimiento, es común que la ingesta de agua sea en grandes cantidades, dado su entrenamiento y exigencias físicas. Pero si una persona promedio bebe mucha agua puede ser perjudicial.
Un mito que quizá contribuye con la idea de que beber demasiada agua es bueno podría ser su supuesta relación con la quema de grasa, algo que no es real ya que este líquido no hace que pierdas peso o grasa corporal.
Sobre cuánta agua debemos tomar, esto dependerá de las características de cada personas, sus actividades diarias, si tiene alguna enfermedad, entre otros factores. Sin embargo, una cantidad estándar suele ser de entre 1.5 a 3 litros. Pero antes de comprar tu botella de dos litros, lo ideal es que consultes con un médico para que te sugiera los litros que tu cuerpo realmente necesita.
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