DIVORCIOS

Esto dice la nueva ley sobre custodias compartidas de mascotas por divorcios en CDMX

El esquema de custodia compartida debe contemplar acuerdos específicos sobre la alimentación, la atención veterinaria y los tiempos de convivencia

Conoce los detalles de la nueva ley en la Ciudad de México.Créditos: Canva
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Desde hace algunas décadas, las familias han integrado a los animales de compañía, especialmente perros y gatos, a su vida cotidiana, considerándolos un miembro más del núcleo familiar. Incluso, hay parejas que deciden tener primero una mascota antes de dar el paso hacia la crianza de un hijo.

En casos de divorcio donde hay hijos menores de edad, la ley establece un procedimiento legal para determinar cuál de los padres es más apto para asumir su custodia y velar por su bienestar. Sin embargo, ¿qué ocurre con las mascotas? ¿Quién debería quedarse con su cuidado?

Los animales de compañía son seres vivos capaces de experimentar emociones. Al igual que los niños, pueden sufrir ansiedad, estrés o depresión ante una separación. Por ello, se ha impulsado una nueva ley que propone reconocerlos legalmente como seres sintientes y parte de la familia.

¿Qué dice la nueva ley sobre la custodia compartida de mascotas en la CDMX?

Esta iniciativa tiene como objetivo garantizar el bienestar físico y emocional de los animales de compañía en situaciones de divorcio o separación. Actualmente, el Código Civil de la Ciudad de México los clasifica como "bienes", lo que ignora el vínculo emocional que existe entre ellos y sus cuidadores, así como las consecuencias que enfrentan al ser separados de ellos.

La propuesta busca que los jueces puedan resolver estos casos de forma similar a la custodia de menores, valorando quién de las dos partes puede ofrecer mejores condiciones para el cuidado y estabilidad de la mascota, considerando tanto aspectos emocionales como económicos.

Además, contempla la posibilidad de establecer un régimen de convivencia, permitiendo que ambos excónyuges mantengan contacto con el animal. Esto puede reducir la ansiedad de la mascota y facilitar su adaptación a la nueva dinámica familiar tras la separación.

Derechos y protección de los animales

La Declaración Universal de los Derechos de los Animales establece que todos los animales nacen iguales ante la vida y, por lo tanto, tienen derecho a existir, recibir respeto, cuidados y protección, al igual que los seres humanos. En la Ciudad de México, la Constitución local ya los reconoce como seres sintientes, lo que implica que deben ser tratados con dignidad.

El respeto a la vida e integridad de los animales es una obligación de todas las personas, y su cuidado constituye una responsabilidad compartida. A su vez, las autoridades están obligadas a garantizar su bienestar, fomentar una cultura de respeto y tenencia responsable, y atender a aquellos animales que se encuentren en situación de abandono.

Medidas contempladas en la ley

Entre las acciones que establece la legislación vigente para proteger a los animales, se incluyen:

  • Protegerlos en espectáculos, ferias y otras actividades públicas.
  • Sancionar el maltrato, la negligencia y la crueldad.
  • Promover la conservación de especies y regular prácticas de crianza, especialmente en animales destinados al consumo.
  • Controlar plagas y prevenir riesgos sanitarios sin afectar innecesariamente a los animales.
  • Apoyar y reconocer a personas o asociaciones que ofrecen refugio a animales abandonados.

En casos de divorcio

Cuando una pareja con mascotas en común decide separarse, tiene la posibilidad de acordar un plan de cuidados que priorice el bienestar del animal. Este plan debe definir claramente quién se hará cargo de la custodia, considerando factores como la capacidad de ofrecer un entorno seguro, el tiempo disponible y los recursos económicos necesarios para su atención.

En situaciones donde no haya un acuerdo, o se detecte negligencia, el juez podrá intervenir para determinar lo que considere más favorable para el animal. Asimismo, podrá ordenar un esquema de custodia compartida, que incluya disposiciones específicas sobre su alimentación, atención veterinaria y momentos de convivencia con ambos tutores.