Aunque parezca reciente, la moneda de 10 pesos actualmente en circulación comenzó a circular el 9 de octubre de 1997, por lo que ya suma casi tres décadas formando parte del sistema monetario mexicano. Esta pieza pertenece a la familia C del Banco de México (Banxico).
Características de la moneda de 10 pesos
La moneda de 10 pesos es de forma circular, tiene un diámetro de 28.0 mm, un peso total de 10.329 gramos y cuenta con canto estriado. En el anverso, presenta el Escudo Nacional de México en el centro, acompañado por la leyenda “ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” formando un semicírculo en la parte superior.
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En el reverso, se encuentra al centro el círculo de la Piedra del Sol, que representa a Tonatiuh con la máscara de fuego. En el anillo perimétrico aparece el símbolo “$10” en la parte superior, el año de acuñación a la izquierda, y el símbolo “M°” de la Casa de Moneda de México a la derecha. En la parte inferior se lee la leyenda “DIEZ PESOS”. El marco es liso y cuenta con gráfila escalonada.
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Está compuesta por dos partes: el núcleo, hecho de una aleación de alpaca plateada (65% cobre, 10% níquel y 25% zinc) con un peso de 4.75 gramos; y el anillo perimétrico, fabricado con una aleación de bronce-aluminio (92% cobre, 6% aluminio y 2% níquel), con un peso de 5.579 gramos.
La moneda de 10 pesos que podría valer 100,000 por tener el águila invertida
Aunque su valor nominal es de 10 pesos, algunas monedas pueden alcanzar precios sorprendentes en el mercado numismático debido a errores de acuñación. Tal es el caso de una moneda de 10 pesos que ha sido ofertada en Mercado Libre por 100 mil pesos. En la publicación se aprecia que el diseño de la moneda, que incluye el águila y la Piedra del Sol, está invertido, lo que la convierte en una pieza rara y muy codiciada por coleccionistas.
¿Cuál es el verdadero valor de esta moneda?
Los errores de acuñación son altamente valorados entre coleccionistas, y en este caso específico, tanto el águila como la Piedra del Sol presentan una orientación invertida. Este tipo de fallas, combinadas con factores como la antigüedad, el estado de conservación, la rareza y la demanda, pueden elevar considerablemente su precio. No obstante, para conocer su valor real, lo más recomendable es acudir con un especialista en numismática, quien podrá determinar un precio justo con base en una evaluación profesional.