Ante la serie de desinformación que hay en torno al mundo numismático, las personas ajenas a esta afición, pero que resguardan algunas piezas antiguas o conmemorativas, creen que podrán recibir miles de pesos si acuden a una institución financiera, sin embargo, empresas bancarias como BBVA únicamente compran modelos específicos.
Algunos bancos sí compran monedas, pero únicamente de Oro y Plata. Por el Centenario, BBVA puede pagar hasta por 75 mil pesos, mientras que por la Onza Libertad de Oro alrededor de 61 mil 500 pesos, por la de Plata, únicamente 660 pesos. Así son estos ejemplares:
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Centenario (50 pesos)
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Esta pieza se acuñó en 1921 como moneda de cuño corriente para conmemorar el primer centenario de la Independencia de México. Posteriormente en 1931, se suspendió su acuñación y no fue sino hasta 1943 que se volvió a acuñar debido a la creciente demanda de monedas de oro que existía en esa época. En el anverso presenta uno de los escudos nacionales utilizados en el pasado, y el reverso simboliza a una Victoria Alada, representada en el monumento del Ángel de la Independencia, junto con un fondo de los legendarios volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
Esta pieza tiene un contenido de oro puro de 1.20565 onzas y al igual que todas las piezas de la familia del Centenario, tiene una pureza de 0.900.
Nueva serie Libertad
En el año 2000 la Nueva Serie Libertad en oro sale al mercado, teniendo como cambio más importante que el monumento del Ángel de la Independencia que se representa en el reverso se encuentra en otra perspectiva diferente.
Otro cambio sobresaliente, la pieza de una onza presenta también un diseño diferente en el anverso, ya que el Escudo Nacional aparece rodeado por diferentes diseños de águilas que han sido utilizados como Escudo Nacional a través de los años, así como el águila que aparece en el Códice Mendocino. El anverso de las piezas más chicas permanece sin cambio.
Así puedes evitar estafas al comprar monedas antiguas o conmemorativas
Para evitar caer en estafas, el Banco de México recomienda hacer pruebas al tacto, visual y comparativo. En cuanto a la primer examen que propone la institución, un ejemplar legítimo debe ser liso. En caso de sentirse resbaloso o jabonoso, podría tratarse de una moneda fundida y en consecuencia, de una moneda falsa.
Al realizar un examen visual, el color de una moneda es característico y único, ya que este se fija cuando se funden los metales y permanece sin cambios durante toda la vida de la moneda. Los ejemplares mexicanos no cuentan con ningún tipo de recubrimiento, ni tienen chapa metálica ni pintura sobrepuesta, por lo tanto, no se decoloran.
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