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8M: ¿Cuál es la situación actual de las mujeres trabajadoras en México?

La participación laboral de las mujeres en México está muy por debajo de la OCDE. Si el país lograra aumentar esta cifra, inclusive el PIB podría crecer exponencialmente la próxima década.

8M: ¿Cuál es la situación actual de las mujeres trabajadoras en México?
8M: ¿Cuál es la situación actual de las mujeres trabajadoras en México?.8M: ¿Cuál es la situación actual de las mujeres trabajadoras en México?Créditos: DALL-E (IA)
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Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer abre el debate sobre las condiciones laborales de las mujeres en México. Si bien su participación económica ha aumentado en la última década, el país sigue enfrentando retos en equidad salarial, acceso a empleos formales y distribución de responsabilidades en el hogar. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), sumar a más mujeres a la economía podría incrementar el PIB en 6.9 billones de pesos en la próxima década. 

El panorama laboral actual muestra que México está por debajo del promedio de los países de la OCDE en participación económica femenina. Mientras que en México esta cifra es del 46%, en la OCDE alcanza el 67%. Sin medidas para acelerar la incorporación de mujeres al mercado laboral, se estima que el país tardaría 56 años en alcanzar los niveles actuales de participación de la OCDE.

La falta de políticas públicas y empresariales para fomentar la inclusión laboral femenina no solo afecta a las trabajadoras, sino también a la economía nacional. En este contexto, es importante ponernos a analizar los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo del trabajo, y no sólo en este sector, sino en su vida diaria. 

Participación laboral y retos estructurales de la mujer en México

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2025 la tasa de participación laboral de las mujeres en México es del 46.3%, un aumento de apenas 3.2 puntos porcentuales en la última década. A nivel regional, México está rezagado en comparación con países como Colombia y Brasil, donde más del 50% de las mujeres están en el mercado laboral.

Uno de los principales obstáculos para la inserción de las mujeres en el trabajo es la carga desproporcionada de tareas de cuidado. Mientras que los hombres destinan en promedio 16 horas semanales a estas actividades, las mujeres invierten 42 horas, lo que limita sus oportunidades de acceder a empleos formales y bien remunerados. 

Brecha salarial y condiciones laborales

La desigualdad salarial sigue siendo un problema estructural. Según el Observatorio del Mercado Laboral de México, las mujeres ganan en promedio 83 pesos por cada 100 pesos que perciben los hombres. En empleos informales, la diferencia es aún mayor, alcanzando una brecha del 25% en los ingresos. Además, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indica que el 55.2% de las mujeres ocupadas trabaja en la informalidad, lo que limita su acceso a seguridad social y estabilidad económica.

El acceso a cargos de alta dirección tampoco se queda atras. Según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton, las mujeres ocupan el 39% de los puestos directivos en México, con mayor representación en áreas como Recursos Humanos y Finanzas. Sin embargo, el estudio de KPMG Mujeres en la Alta Dirección señala que la discriminación en promociones y la falta de oportunidades para liderar proyectos siguen siendo barreras para que más mujeres lleguen a la cima empresarial.

Si México lograra aumentar la participación económica de las mujeres al nivel de la OCDE (67%), el PIB podría ser 3.7% mayor en 2035. Estados como Chiapas y Oaxaca, donde la participación femenina es menor al 40%, podrían ver un incremento de hasta 32% en su PIB estatal si logran cerrar esta brecha, según datos del IMCO.

Aunque ha habido avances, aún queda mucho por hacer para lograr la equidad laboral en México. Las mujeres siguen enfrentando barreras como la brecha salarial, el acceso limitado a empleos formales y la falta de oportunidades en puestos de liderazgo.

Para cambiar esta realidad, es fundamental que tanto el gobierno como las empresas implementen acciones concretas. Medidas como licencias de paternidad más amplias, horarios de trabajo flexibles y mayor acceso a guarderías podrían hacer una gran diferencia. Al final del día, garantizar mejores condiciones laborales para las mujeres no solo es un asunto de justicia social, sino también una oportunidad para fortalecer la economía del país.

Fuentes: IMCO, OCDE, INEGI. 

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