El verano es sinónimo de vacaciones, actividades al aire libre y consumo de alimentos fríos, pero también es una temporada en la que la gripa puede hacer acto de presencia, sorprendiendo a muchos que creen que las altas temperaturas nos protegen de estas enfermedades. Contrario a esta creencia popular, los resfriados son bastante comunes durante los meses de calor y pueden ser causados por una variedad de virus, entre los que destacan los enterovirus no polio.
¿Por qué nos resfriamos en verano?
Según el Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos, la gripa es muy común en verano debido a la presencia de más de 200 virus en nuestro entorno. Mientras que en invierno los rinovirus son los principales causantes de los resfriados, en verano, los enterovirus no polio son los que predominan. Estos virus pueden infectar múltiples tejidos del cuerpo humano, incluyendo la nariz, garganta, ojos y sistema digestivo.
Te podría interesar
El Dr. Michael Pichichero, pediatra e investigador en el Instituto de Investigación del Hospital General de Rochester, explica que los enterovirus no polio son responsables de la mayoría de los resfriados de verano. Aunque aproximadamente la mitad de las personas infectadas con un enterovirus no muestran síntomas, estos virus causan entre 10 a 15 millones de enfermedades al año en Estados Unidos, generalmente entre junio y octubre. Los síntomas pueden incluir fiebre alta (entre 101° y 104°F), dolor de garganta, dolores musculares, problemas gastrointestinales, y en casos menos comunes, conjuntivitis o erupciones cutáneas.
Te podría interesar
El uso inapropiado del aire acondicionado es uno de los principales factores que contribuyen a los resfriados en verano. Los cambios bruscos de temperatura, al pasar de ambientes muy fríos a otros muy cálidos, pueden irritar las mucosas nasales y facilitar la entrada de virus. Además, el aire acondicionado puede resecar el aire y las mucosas, debilitando las defensas naturales del organismo. La Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (NEUMOMADRID) indica que el 20% de las personas expuestas a aires acondicionados han experimentado problemas respiratorios.
Síntomas y percepción del resfriado en verano
Aunque la gripa de verano no es inherentemente más graves que los de invierno, suele percibirse como más molestos debido a su aparición en una temporada en la que se espera disfrutar del buen tiempo. Según Ronald Eccles, profesor emérito de la Universidad de Cardiff, esta percepción es más psicológica que sintomática. Un estudio publicado en la revista Health Psychology sugiere que el estrés físico y el hecho de no poder participar en actividades veraniegas contribuyen a esta sensación.
La diferencia entre un resfriado y una gripa también es importante. Mientras que un resfriado tiene síntomas más leves y graduales, la gripa se presenta de manera súbita con síntomas mucho más intensos, como fiebre alta, escalofríos, fatiga y dolores musculares. La gripa puede durar de una a dos semanas, mientras que los resfriados suelen resolverse en menos tiempo.
Prevención y tratamiento
Para prevenir los resfriados de verano, es esencial mantener una buena higiene de manos y evitar el contacto con personas infectadas. Otros consejos incluyen:
- Uso adecuado del aire acondicionado: Mantener una diferencia de no más de 10 grados entre la temperatura exterior e interior y no bajar de 20 grados.
- Hidratación y alimentación: Beber al menos 1.5 litros de agua al día y consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales.
- Descanso: Dormir bien y descansar adecuadamente para fortalecer el sistema inmunológico.
- Ambientes saludables: Utilizar purificadores de aire y mantener una correcta humedad en el hogar.
En caso de contraer un resfriado, es recomendable descansar, hidratarse y consumir alimentos nutritivos. Los antitérmicos y analgésicos pueden ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, si la fiebre persiste por más de cinco días o se presentan dificultades respiratorias, es necesario consultar a un médico.
Aunque los resfriados de verano pueden parecer más incómodos debido a las expectativas de la temporada, son manejables con las precauciones adecuadas y una atención oportuna. Mantener buenas prácticas de higiene y un uso responsable del aire acondicionado son claves para disfrutar de un verano saludable.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.