Sentir una turbulencia durante un vuelo es una de las sensaciones que producen más temor en los pasajeros y que lanza una señal de alarma, pero, ¿sabías que este suceso se podría deber al calentamiento global?
“La turbulencia en aire despejado (CAT) es peligrosa para las aeronaves y se prevé que se intensifique en respuesta al cambio climático futuro”, precisó la Advancing Earth and Space Science mediante las Geophysical Research Letters.
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Mediante una investigación que comprendió el análisis del CAT durante 1979 a 2020 se descubrió evidencia clara de grandes aumentos alrededor de las latitudes medias en altitudes de crucero de aeronaves.
“Encontramos evidencia clara de grandes aumentos de CAT en varios lugares del mundo en altitudes de crucero de aeronaves desde que los satélites comenzaron a observar la atmósfera. Por ejemplo, en un punto típico sobre el Atlántico Norte, la tendencia ascendente es tal que la categoría más fuerte de CAT fue un 55 % más frecuente en 2020 que en 1979”, destacó la investigación.
Asimismo, el documento precisó que las regiones sobre las cuencas oceánicas occidentales son puntos calientes para el CAT diagnosticado.
“Esto se debe en parte a que las corrientes en chorro tienden a ser más rápidas sobre el océano, debido a la baja rugosidad de la superficie en comparación con la tierra. También se debe en parte a que existe un gran contraste de temperatura zonal entre el océano y el continente en el límite occidental, especialmente en invierno debido a sus diferentes capacidades caloríficas específicas”.
La publicación sugiere que “los aumentos son consistentes con los efectos del cambio climático”. La investigación afirma que el aire más cálido de las emisiones de CO2 está aumentando la cizalladura del viento (un cambio brusco en su dirección y velocidad) lo que fortalece las turbulencias.
De acuerdo con lo expuesto por uno de los autores de la investigación, Mark Prosser mencionó que las aerolíneas deberían comenzar a pensar en cómo manejarán el aumento de las turbulencias, que impacta tanto a pasajeros como a las aerolíneas y sus flujos.
De igual forma, el investigador y firmante del estudio Paul Williams comentó que “ahora tenemos evidencias que sugiere que el aumento ya ha empezado” y que trás más de una década se muestra que el cambio climático aumenta las turbulencias, por lo que es necesario invertir en mejores sistemas de pronóstico y detección, para evitar futuros accidentes.