La Cámara de Diputados ha dado un paso histórico al aprobar la "Ley Silla", una reforma que busca mejorar las condiciones laborales de millones de trabajadores en México. Esta iniciativa, presentada por el diputado Ricardo Monreal, de Morena, obliga a los empleadores a proporcionar asientos con respaldo a sus empleados, permitiendo descansos periódicos durante la jornada laboral, una medida que podría revolucionar el entorno laboral en sectores como el comercio, la industria y los servicios.
Este miércoles, los seis grupos parlamentarios —Morena, Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC)— inscribieron la iniciativa en la Gaceta Parlamentaria, mostrando un consenso inusual en torno a la necesidad de garantizar un entorno de trabajo más saludable y digno.
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La propuesta fue bien recibida en la Cámara de Diputados, donde todos los grupos parlamentarios coincidieron en la importancia de mejorar las condiciones de trabajo para millones de mexicanos. La votación final contó con 82 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, lo que refleja un consenso poco habitual en el Congreso.
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La senadora Patricia Mercado, una de las principales voces a favor de la iniciativa, expresó su entusiasmo tras la aprobación de la Ley Silla:
"Felicidades a muchísimos trabajadores que seguro nos están viendo en esta gran reforma que estamos aprobando en este momento. Esperamos que cada vez más veamos a más trabajadores con su silla para que no tengan este tipo de enfermedades. Muchísimas gracias".
Los puntos clave de la Ley Silla
La propuesta de la "Ley Silla" incluye varios elementos innovadores que, de aprobarse en todas sus instancias, modificarán los artículos 132, 133 y 423 de la Ley Federal del Trabajo. La iniciativa establece que:
- Prohibición de permanecer de pie: Los empleadores no podrán obligar a sus empleados a estar de pie durante toda la jornada laboral, reconociendo los riesgos para la salud que conlleva esta práctica.
- Provisión de sillas con respaldo: Los empleadores estarán obligados a proporcionar un número suficiente de asientos con respaldo para que los trabajadores puedan realizar sus funciones o descansar periódicamente durante su jornada.
- Regulación de periodos de descanso: Cada centro de trabajo deberá establecer en su Reglamento Interior los periodos de descanso obligatorios y las normas para que los trabajadores utilicen las sillas. Se reconoce que, en algunos casos, como en la industria, ciertas actividades pueden no ser compatibles con el uso continuo de asientos, pero aún así deberán garantizar descansos.
- Prevención de problemas de salud: La iniciativa subraya los problemas de salud asociados con estar de pie durante largos periodos, como fatiga muscular, insuficiencia venosa, aparición de varices, dolores en las rodillas, zona lumbar, tobillos y talones, entre otros. Estas condiciones afectan no solo el bienestar de los empleados, sino también la economía, al incrementar el ausentismo y los costos médicos.
Lo que sigue para la Ley Silla
Con la aprobación en la Cámara de Diputados, el siguiente paso es que la Ley Silla sea debatida y votada en el Senado de la República. Si recibe el respaldo necesario, se promulgará como ley y entrará en vigor, obligando a los empleadores a implementar los cambios en sus centros de trabajo.
De ser aprobada en el Senado, la Ley Silla no solo tendrá un impacto positivo en la salud de los trabajadores, sino que también podría mejorar la productividad y el bienestar general en los centros de trabajo. Estudios internacionales han demostrado que proporcionar condiciones ergonómicas adecuadas, como sillas con respaldo y descansos periódicos, reduce el ausentismo y mejora el rendimiento de los empleados.
La implementación de la Ley Silla también tendrá implicaciones para los empleadores, quienes deberán ajustar sus espacios de trabajo y sus políticas internas para cumplir con los nuevos requisitos. Sin embargo, los beneficios a largo plazo, tanto en términos de salud como de productividad, podrían superar con creces los costos iniciales de adaptación.
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