¿Te han pedido en tu trabajo que te quedas más horas o que vayas a la oficina en tus días de descanso? Esta práctica es más común de lo que se cree y en muchas ocasiones se accede a esto por temor a perder el empleo, pero sabías que esta acción implica una carga patronal para tu empleador y te deben pagar el tiempo extra que le dedicas a tus actividades de trabajo.
Las horas extra, como su nombre lo indica, son aquellas horas de trabajo que un empleado realiza por encima de su jornada laboral regular. Estas horas adicionales pueden deberse a diversas razones, como la necesidad de cumplir con plazos apretados, atender emergencias en el trabajo o simplemente por la carga de trabajo acumulada. Sin embargo, el pago de estas horas extra es esencial para garantizar que los trabajadores sean compensados de manera justa por su tiempo y esfuerzo adicionales.
Te podría interesar
En México el pago de las horas extra está regulado en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y establece los criterios para determinar la cantidad a resarcir al empleado, así como los límites que existen pues nunca debe excederse de tres horas diarias ni de tres veces en una semana.
El artículo 67 y 68 de la LFT indican que la remuneración de las horas extra se debe calcular según el tiempo extra laborado en una semana y retribuir las primeras nueve horas dobles y a partir de la décima el triple.
¿Cómo se realiza este cálculo?
Para iniciar es importante tener a la mano un dato importante, el salario diario, este concepto es base para determinar cuánto se está ganando por hora, pues el monto se dividirá entre el número de horas de la jornada diaria, este resultado se multiplica por 2 o por 3 según la cantidad laborada extra.
Ahora bien, si un trabajador laboró en su día de descanso los apartados 73 y 75 de la LFT son claros pues al requerir al empleado en su momento de esparcimiento se calcula un salario doble adicional al ordinario, o sea un pago doble.
Cuando los trabajadores reciben una compensación justa por sus horas extra, tienen más dinero para gastar, lo que estimula el consumo y, en última instancia, contribuye al crecimiento económico. Por otro lado, si los empleadores no pagan adecuadamente las horas extra, esto puede llevar a una disminución en la moral de los trabajadores y a conflictos laborales, lo que podría afectar negativamente la productividad de la empresa, además de que no cubrir con esta obligación genera multas y sanciones por parte de las autoridades.
Es importante destacar que el pago de horas extra no es solo una cuestión de cumplimiento legal, sino también de ética empresarial.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.