La fatiga en los empleados es un problema que a menudo pasa desapercibido, pero sus peligros subyacentes no deben subestimarse. A medida que más y más personas trabajan largas horas y descansan insuficientemente, los efectos de la fatiga se están convirtiendo en una creciente preocupación para los empleadores. Es esencial entender que la fatiga no solo afecta el rendimiento en el trabajo, sino que también puede tener graves consecuencias para la seguridad y la salud de los trabajadores.
Uno de los aspectos más alarmantes de la fatiga es su capacidad para afectar el rendimiento de manera similar a la intoxicación por alcohol. Un informe del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) comparó los efectos de la privación de sueño con los de la intoxicación por alcohol. Los resultados son impactantes: estar despierto durante 17 horas es equivalente a tener un nivel de alcohol en sangre (BAC) del 0,05%, y estar despierto durante 24 horas es similar a tener un BAC del 0,10%. Para ponerlo en perspectiva, Estados Unidos considera legalmente intoxicado a un conductor con un BAC de 0,08%. Estos hallazgos indican que trabajar con fatiga extrema puede ser tan peligroso como conducir bajo la influencia del alcohol.
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La fatiga se convierte en un problema especialmente grave en entornos que requieren cobertura las 24 horas, como la enfermería, la aplicación de la ley, el mantenimiento de carreteras y las correcciones. Los trabajadores de turnos nocturnos ya enfrentan una desventaja inherente debido a la interrupción de sus ritmos circadianos naturales. Además, cuando los empleados se ven obligados a trabajar largas horas y no se les permite descansar lo suficiente entre turnos, la fatiga se convierte en un peligro aún mayor.
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Conoce todos los riesgos asociados a la fatiga en el trabajo
Los riesgos de la fatiga son múltiples y variados. Un problema importante es el microsueño, que se refiere a breves períodos de sueño involuntario que pueden durar solo unos segundos. Estos microsueños pueden ocurrir en cualquier momento, incluso mientras una persona está realizando una tarea crítica. Imagina a un conductor de camión experimentando microsueños en la carretera o a un médico cansado cometiendo errores en una cirugía. Los resultados pueden ser catastróficos.
La fatiga también puede llevar a una disminución significativa en la atención, la concentración y los tiempos de reacción. En entornos peligrosos o que requieren una toma de decisiones rápida, como la industria de la aviación o la operación de maquinaria pesada, estos efectos pueden tener consecuencias devastadoras.
Para abordar el problema de la fatiga en el lugar de trabajo, los empleadores están comenzando a tomar medidas proactivas. La monitorización de las horas extras y los horarios de trabajo por turnos se ha vuelto esencial. Las soluciones tecnológicas, como los paneles de control, pueden ayudar a identificar patrones de fatiga y alertar a los supervisores cuando se detectan problemas. Además, se están considerando medidas como la implementación de equipos de trabajo cruzados y la promoción del autocuidado de los empleados, que incluye opciones como la terapia de luz y las siestas.