El trabajo en oficina puede ser de dos formas, un sitio divertido y agradable para los trabajadores, o la peor zona de guerra, principalmente por los compañeros o el jefe en turno, debido a que se puede desatar cierta tensión entre todos haciendo que el ir a tu espacio de trabajo se vuelva algo tedioso o pesado, sin embargo algo que influye en gran forma en nuestro desempeño son las emociones, las cuales son subestimadas en ciertas ocasiones debido a la poca importancia que le damos a nuestra persona, dejando de lado el sentimiento propio con tal de poder cumplir con nuestras obligaciones.
Desgraciadamente el no poder trabajar nuestras emociones nos ancla a nuestra humanidad, por ello debemos saber notar nuestros sentimientos y hacerlos trabajar sin que se apropien del estilo de trabajo que conlleva nuestro cerebro, separando siempre cada rubro para que no pase factura en nuestras relaciones. Es por ello que te presentamos una serie de emociones, las cuales constantemente son infravaloradas en nuestro trabajo:
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1.- Frustración
La frustración puede ser tomada para algo productivo antes que para algo negativo, el ejemplo claro es el del emprendedor Paul English, quien debido a este sentimiento que experimentaba cuando tenía que ir de un buscador a otro por las diferentes aerolíneas y vuelos, construyó el metabuscador Kayac, con la finalidad de evitar a las demás personas el problema que él enfrentaba siempre que se disponía a viajar, convirtiéndolo en el negocio que se volvería su vida, sin darse cuenta que se encontraba en un mal momento en el momento de su iluminación.
2.- Arrepentimiento
Constantemente hacemos comentarios positivos, y algunas veces, negativos a nuestros colegas de trabajo, pero un sentimiento que nos vuelve humanos es el arrepentimiento, el cual viene muy seguido después de haber dicho algo a algún compañero que después nos dimos cuenta que estaba bien. Este sentimiento es atemporal, pues puede que ya hayan pasado algunos días y la culpa te carcoma, eso es algo bueno, pues sabrás que es momento de pedir una disculpa, limar asperezas y mantener un buen compañerismo entre todos.
3.- Entusiasmo
El entusiasmo muchas veces no es bien visto en el trabajo, por lo que a veces es común que recibamos el consejo de no serlo, debido a que ese entusiasmo puede traer problemas en ocasiones con los jefes, ya que se puede llegar a considerar como una falta de atención hacia las indicaciones o que piensen que estás tratando de hacer un mejor trabajo que ellos, por eso a veces es más normal que las personas se limiten a hacer lo suyo únicamente por lo que fueron contratados en la empresa.
4.- Devoción
Algunas ocasiones prosperamos en un contexto de elevados estándares de profunda devoción, la cual es definida como un compromiso total y sin disculpas del éxito de otras personas o conocidos, por lo que no debemos limitarnos a nuestras aspiraciones, pensando que estas afectarán a nuestro círculo cercano, pues de esa forma sólo hacemos que nosotros mismos fracasemos en el intento de ser mejores.
5.- Felicidad
El trabajar en un ambiente de trabajo feliz siempre será sinónimo de productividad, por lo que la línea de mando deberá mantener este ritmo y estilo con los empleados y clientes, pues así es como la marca o negocio podrá tener un crecimiento interno y externo, provocando que sea gustoso el ir a trabajar todos los días, así como ir a hacer las comprar o solicitar los servicios que se ofrezcan.
6.- Malestar
El malestar un sentimiento demasiado tóxico que no puede haber en una estación de trabajo, pues como humanos estamos programados a irnos de un sitio en el que no nos sintamos a gusto, por esta situación se dan las renuncias o abandonos de trabajo ante una malestar, el cual puede ser desde aprender algo nuevo que se nos dificulta o no nos gusta, hasta el enfrentar un problema que no sabemos cómo resolver. Virginia “Ginni” Rometty, expresidenta, presidenta y directora ejecutiva de IBM dijo una vez: “El crecimiento y la comodidad no coexisten”.
7.- Ira
La ira viene poco después de otros sentimientos como lo son la decepción o la tristeza, ya que se va acumulando en el ser humanos hasta convertirse en una toxina interna que nada bueno dejará. Sin embargo, debajo de la máscara de la ira la solución puede estar ahí mismo, ya que diversas emociones pueden surgir, como los artistas que recurren a ella para poder crear una obra de arte.
8.- Alegría
La alegría debería ser el sentimiento más contagioso que debemos buscar con nuestros compañeros, pues en diversas ocasiones los que gozan de este sentimiento terminan por contagiarlo a sus colegas, haciendo que el trabajo y ambiente sea más placentero, por lo que se ha convertido en un acto de resistencia, al tratar de mantenerlo y no dejar que alguien más busque extinguirlo, pues de esa forma repercutirá negativamente en todo el ambiente, dando paso a algunos de los sentimientos que ya explicamos anteriormente.
9.- Compañerismo
No existe un significado preciso para esta emoción, pero usaremos el siguiente ejemplo: la vida nos pone de rodillas a todos en algún momento, por lo que para levantarnos muchas veces necesitaremos de una mano amiga que nos impulse a retomar nuevamente el ritmo o estabilidad en la que estábamos, trata de ser esa mano en el trabajo y te darás cuenta que muchas manos más estarán para ti cuando lo requieras.
10.- Gracia
En nuestra experiencia la gracia comienza en un trabajo interno, ya que primero debemos hacer espacio para nuestra humanidad defectuosa antes de poder abrir ese círculo a los demás. La gracia podrá hacerte presente en ti a través de la bondad, compasión o generosidad, dependiendo de las circunstancias. La gracia busca que practiquemos en nosotros mismos antes de que seamos conductos creíbles para los demás.