En menos de 10 años, habitantes de la Ciudad de México tendrán que dejar su hogar y realizar desplazamientos forzados debido a los hundimientos promedios de entre 10 y 30 centímetros anuales que se han registrado en la capital, así como por la escasez de agua, según alertaron geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a la agencia de noticias EFE.
Los expertos explicaron que la densidad poblacional en la ciudad que provoca una “irracional” extracción de agua de pozos subterráneos, sumado al peso de las construcciones, hacen que la compactación arcillosa y volcánica del suelo haya llegado al límite de su capacidad, lo que provoca una subsidencia (hundimiento gradual del terreno) que alcanza hasta 40 centímetros anuales en algunas colonias.
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Para ejemplificar sus dichos, Sergio Rodríguez, geólogo de la Máxima Casa de Estudios, expuso el caso del Ángel de la Independencia, un monumento clave para la CDMX, al que “cada determinados años le tienen que añadir un escalón” debido al descenso del terreno que lo soporta.
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“Con un promedio de hundimiento de 15 a 30 centímetros por año, si lo multiplicas por 10 años, ya son tres metros y si lo multiplicas por 100, pues es increíble”, destacó Rodríguez.
En alcaldías como Iztapalapa, en el oriente de la capital, con un hundimiento de 40 centímetros al año, las inundaciones y la falta de abastecimiento de agua evidencian una situación crítica pese a ser una de las zonas de la ciudad con mayor cantidad de pozos subterráneos. En contraste, los edificios de hasta 50 plantas que se han hecho presentes en demarcaciones como la Benito Juárez, "nunca van a tener problemas de falta de agua, porque pagan mucho para eso", según Wendy Morales, geología de la UNAM.
"La gente y los gobiernos van a tener que empezar a buscar medidas de adaptación para que la población tenga los menores impactos y puedan regresar a su vida cotidiana", explica la geóloga.
El hundimiento encarece a la CDMX
El hundimiento ha ocasionado afectaciones en el sistema hidráulico, así como daños en áreas agrícolas, cuerpos de agua, infraestructura y edificaciones, que en total generan un gasto anual de alrededor de 67 mil 926 millones de pesos, según datos de un estudio presentado en 2024 por Juan Pablo del Conde Guadalajara, director asociado de la firma especializada en soluciones para el agua, Ingeniería y Gestión Hídrica.
En aquel entonces, Del Conde refirió que se habían construido más de 2 mil 300 pozos de bombeo en los últimos 100 años, con profundidades hasta de 400 metros. Los estudios más actualizados sugieren que se extraen cerca de 25 mil millones de litros de agua de los acuíferos cada año.
Dicho fenómeno de sobreexplotación sin infiltración suficiente para compensar la extracción en el subsuelo ha llevado a hundimientos importantes y daños colaterales como los antes mencionados.