Desde que el Asteroide 2024 YR4 fue descubierto el año pasado, los astrónomos de todo el mundo lo han bautizado como el "asesino de ciudades" y es que actualmente es la roca espacial grande con más probabilidades de chocar contra la tierra en 2032. Existen 3.1 por ciento de posibilidades de que se impacte contra nuestro planeta por lo que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) ya tiene un plan de emergencia en caso de que ocurra el choque.
Dado que las probabilidades de que el asteroide 2024 YR4 choque contra la Tierra, el telescopio espacial James Webb (JWST) tomará imágenes de la roca espacial desde su posición a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra para conocer más detalles de su trayectoria y de su tamaño.
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El JWST capturará información de la luz que refleja el asteroide 2024 YR4 y utilizará su conjunto de sensores infrarrojos para observar el calor que irradia la roca espacial, lo que le proporcionará a los astrónomos una estimación mucho más precisa de su tamaño.
Esta información ayudará a las organizaciones de defensa planetaria de la Tierra a planificar un posible plan de emergencia en caso de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra y así poder determinar si es necesario tomar medidas para desviarlo o en el peor de los casos, despejar las áreas en donde podría caer si atraviesa la atmósfera del planeta en 2032.
El portavoz de la Agencia Europea Espacial (ESA) afirmó que "los astrónomos de todo el mundo están utilizando potentes telescopios para medir la órbita del asteroide con la mayor precisión posible. Pero conocer su órbita sólo nos dirá que el asteroide podría impactar la Tierra, no cuán significativo podría ser el choque".
"Es muy importante que mejoremos nuestra estimación del tamaño del asteroide 2024 YR4 porque no es el mismo peligro que representa si mide un diámetro de 40 metros a si mide 90 metros"; detalló la ESA.
Incluso con su tamaño estimado actual, los expertos predicen que el asteroide 2024 YR4 podría explotar con la energía de 15 megatones de TNT, si impactara la Tierra. Se trata de 100 veces más potencia que la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial, que mató a entre 100,000 y 180,000 personas.
Con base en estas cifras, las estimaciones sugieren que el impacto aplastaría estructuras residenciales y causaría muertes hasta 18.9 kilómetros en cualquier dirección desde el epicentro. Pese a la amenaza de choque, estos efectos seguirían siendo "locales" y no causaría ningún evento catastrófico o de nivel de extinción.
El JWST realizará dos observaciones del asteroide 2024 YR4 cuando se aproxime a la Tierra en marzo 2025. La primera observación se realizará en el tercer mes del año, cuando la roca espacial alcance su máximo brillo. Posteriormente, los científicos harán otra observación en mayo mientras viaja al espacio profundo; la última oportunidad de verlo antes de que regrese en 2028.
Al realizar dos observaciones separadas, los científicos podrán ver cómo ha cambiado la temperatura del asteroide 2024 YR4 debido cercanía con el sol y refinar aún más sus predicciones sobre su órbita. Actualmente, los científicos predicen que la probabilidad de que 2024 YR4 golpee la Tierra debería reducirse a cero a medida que se recopilen más datos.
El plan de emergencia de la NASA en caso de que el Asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra en 2032
Actualmente, la NASA no podría desviar un asteroide si se dirigiera hacia la Tierra, pero podría mitigar el impacto y tomar medidas para proteger la mayor parte de vidas y propiedades. Esto incluiría evacuar el área de impacto y trasladar infraestructura clave.
Conocer la trayectoria, el tamaño, la forma, la masa, la composición y la dinámica de rotación de la órbita ayudaría a los expertos a determinar la gravedad de un posible impacto. Sin embargo, la clave para mitigar los daños es encontrar cualquier amenaza potencial lo antes posible.
La NASA y la Agencia Espacial Europea ya completaron en el pasado una prueba conocida como la Misión DART que consistió en estrellar una nave espacial del tamaño de un refrigerador contra el asteroide Dimorphos. El objetivo fue ver si los satélites pequeños son capaces de evitar que los asteroides choquen con la Tierra.
La prueba de redirección de doble asteroide (DART) utilizó lo que se conoce como técnica de impactador cinético: golpear el asteroide para cambiar su órbita.
El impacto podría cambiar la velocidad de un asteroide amenazante en una pequeña fracción de su velocidad total, pero si se hace mucho antes del impacto previsto, este pequeño empujón se sumará con el tiempo a un gran cambio en la trayectoria del asteroide alejándose de la Tierra.
Esta fue la primera misión en demostrar que una técnica de desviación de asteroides para la defensa planetaria es eficaz. Se espera que los resultados de la prueba sean confirmados por la misión Hera en diciembre de 2026.
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