Un nuevo estudio publicado en Evolution and Human Behavior propone que el beso en los labios —lejos de ser una conducta moderna o exclusivamente humana— es un comportamiento con raíces profundas en la evolución.
Según investigadores de la Universidad de Oxford, este gesto pudo originarse hace entre 16,9 y 21,5 millones de años, mucho antes de la aparición del Homo sapiens.
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El beso: un gesto que viene de los simios
Los científicos recopilaron información sobre primates actuales que se besan, como chimpancés, bonobos y orangutanes. A partir de estos datos, realizaron un análisis filogenético para rastrear cuándo pudo surgir este rasgo en el linaje evolutivo.
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Los resultados muestran que un ancestro común de los grandes simios ya practicaba contacto boca a boca no agresivo, lo que implica que especies extintas como los neandertales probablemente también se besaban.
Además, estudios previos han demostrado que humanos y neandertales compartían microbios y bacterias bucales, algo compatible con conductas íntimas como el beso.
Por qué el beso es tan importante para la evolución
Aunque besar implica riesgos, como la transmisión de enfermedades, también cumple funciones sociales clave entre los primates: reduce tensiones, fortalece vínculos y ayuda a evaluar posibles parejas.
Los investigadores señalan que, si bien no todas las culturas humanas practican el beso romántico, su presencia en numerosas especies sugiere que es un rasgo evolutivo antiguo más que una invención cultural reciente.
El beso, al no dejar rastros fósiles, representa un desafío científico. Para reconstruir su historia, el equipo recurrió a técnicas de biología comparada y modelos evolutivos que permiten inferir conductas en especies extintas a partir de animales vivos.
Los científicos describen al beso como un rasgo conductual, similar a la cooperación o el cuidado parental, que puede transmitirse por evolución sin necesidad de evidencia física.
Preguntas frecuentes
- ¿Los neandertales se besaban?
El estudio indica que es muy probable, debido a su cercanía evolutiva y evidencia microbiana compartida con el Homo sapiens.
- ¿Por qué besamos?
Para crear lazos, reducir la tensión social y evaluar compatibilidad de parejas sexuales, aunque su origen sigue siendo un misterio evolutivo.
- ¿Todos los humanos se besan en la boca?
No. Solo se documenta en el 46% de las culturas actuales.
Con información de Reuters y CNN
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