Por primera vez en la historia, científicos lograron registrar el instante inicial en que una estrella muere en el universo. Se trata de SN 2024ggi, una supernova roja 15 veces más grande que el Sol que colapsó y explotó a 22 millones de años luz.
Gracias a una reacción científica en tiempo récord y al uso del Telescopio Muy Grande (VLT) en Chile, los astrónomos capturaron la geometría de la explosión apenas 26 horas después del estallido, una fase extremadamente breve que hasta ahora solo podía imaginarse mediante modelos teóricos.
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La observación revela una estructura sorprendente: la explosión no es completamente esférica, sino una forma achatada —descrita como una “aceituna cósmica”— que transforma lo que se creía sobre cómo mueren las estrellas masivas en el universo.
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Una supernova observada como nunca antes
Los científicos detectaron la supernova SN 2024ggi gracias al sistema ATLAS y, de inmediato, el equipo encabezado por Yi Yang (Universidad de Tsinghua) solicitó observación urgente al Observatorio Europeo Austral (ESO).
El VLT logró apuntar a la estrella en tan solo 26 horas, un tiempo récord que permitió registrar la fase donde la onda de choque atraviesa la superficie estelar.
Durante estas primeras horas, la luz polarizada captada por el instrumento FORS2 permitió reconstruir la forma tridimensional de la explosión, revelando una estructura simétrica pero aplanada.
Esta “aceituna de fuego” ofrece información inédita sobre el colapso del núcleo y el nacimiento de una estrella de neutrones.
Cómo muere una estrella: nueva evidencia clave
Las supernovas de estrellas masivas ocurren cuando el combustible nuclear se agota y el equilibrio entre gravedad y presión interna colapsa.
El núcleo cae, rebota y genera una onda de choque que destruye la estrella desde adentro. Hasta ahora, los científicos solo podían observar restos tardíos —nebulosas y filamentos—, pero nunca la forma real de la explosión inicial.
El estudio, publicado en Science Advances, confirma que la simetría de la explosión no es perfecta: el proceso tiene una dirección preferente, lo que obliga a revisar modelos que asumían geometrías más uniformes.
Según Yang, la observación sugiere un “mecanismo físico común” detrás de las supernovas masivas, con una simetría axial marcada, algo que no se había comprobado directamente hasta hoy.
Un descubrimiento que cambia los modelos teóricos
La forma de la explosión —primero una aceituna y después una estructura aplanada pero simétrica— permitirá a los científicos descartar modelos previos y ajustar otros.
Para el astrónomo Ferdinando Patat (ESO), esta observación es un ejemplo del poder de la colaboración científica internacional.
El hallazgo también recuerda que, incluso en medio del caos extremo del colapso estelar, las leyes físicas siguen patrones precisos.
Es una ventana única hacia cómo se forman estrellas de neutrones y cómo estas explosiones dispersan los elementos que forman planetas y a nosotros mismos.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué estrella murió y cómo fue detectada?
Se trata de la supernova SN 2024ggi, originada por una supergigante roja de entre 12 y 15 masas solares, detectada por el sistema ATLAS.
- ¿Qué tiene de especial esta observación?
Por primera vez se captaron las primeras horas de la explosión, revelando su forma real mediante espectropolarimetría.
- ¿Qué significa que la explosión no sea esférica?
Indica que los mecanismos que causan las supernovas no son uniformes, sino que tienen direcciones preferentes, lo que obliga a actualizar modelos teóricos.
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