El cometa 3I/ATLAS es apenas el tercer visitante interestelar detectado en nuestro vecindario cósmico, después de 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov. Su paso fugaz ofrece una oportunidad excepcional: estudiar, de primera mano, materiales formados fuera del Sistema Solar.
Un equipo de investigadores encabezado por Xabier Pérez Couto de la Universidad de A Coruña en España reconstruyó la historia orbital de este objeto a lo largo de millones de años y descubrió algo interesante.
Te podría interesar
Con datos de alta precisión de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) y técnicas de integración orbital inversa, los investigadores siguieron su rastro a través de la Vía Láctea para entender de dónde proviene y por qué casi nada ha alterado su curso.
Te podría interesar
3I/ATLAS es una cápsula en el tiempo
El cometa 3I/ATLAS ha sorprendido a los astrónomos no solo por su procedencia interestelar, sino también por su comportamiento casi inalterable a lo largo de millones de años.
A pesar de haberse encontrado con decenas de estrellas durante su recorrido por la galaxia, su trayectoria apenas ha cambiado. Su movimiento dinámico, prácticamente imperturbable, demuestra que ha viajado por el disco de la Vía Láctea como una “bala cósmica” que casi nada ha logrado desviar.
Además, presenta una actividad cometaria intensa, visible en su brillante coma —una nube de gas y polvo que se forma al sublimarse los hielos al acercarse al Sol—, y una velocidad hiperbólica de alrededor de 58 km por segundo, equivalente a más de 200,000 km/h.
Estas características lo convierten en un visitante breve pero de enorme valor científico: un mensajero del pasado del Universo, que conserva en su interior rastros de los materiales con los que se formaron los primeros sistemas planetarios.
Esta resistencia a las fuerzas externas refuerza una de las conclusiones más importantes del estudio: 3I/ATLAS es un objeto de una antigüedad extraordinaria.
Los investigadores estiman que podría tener alrededor de 10,000 millones de años, lo que significa que se formó en los albores de la Vía Láctea, cuando el Universo era mucho más joven.
En otras palabras, se trata de una auténtica cápsula del tiempo cósmica que ha preservado información intacta sobre los procesos que dieron origen a las primeras estrellas y planetas.
¿Cómo reconstruyeron su viaje?
El viaje de 3I/ATLAS comenzó a descifrarse tras su detección el 1 de julio por el sistema de observación ATLAS, en Chile. Los astrónomos notaron de inmediato algo inusual: su trayectoria tenía una forma hiperbólica, es decir, no orbitaba al Sol como los cometas comunes.
Para entender su historia, los científicos del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITIC) usaron datos del satélite Gaia, que recopila información detallada sobre millones de estrellas de la Vía Láctea.
Con esos datos, compararon la trayectoria del cometa con las órbitas de más de 13 millones de estrellas y detectaron 93 posibles encuentros cercanos, de los cuales 62 resultaron ser muy probables.
El análisis reveló algo sorprendente: ninguno de esos encuentros fue capaz de alterar su camino, debido a la enorme velocidad a la que viaja. Esto significa que 3I/ATLAS ha cruzado la galaxia casi intacto, como un viajero solitario que apenas ha sido afectado por la gravedad de las estrellas que ha encontrado en su trayecto.
Aunque los científicos no pudieron identificar la estrella exacta de donde proviene, los datos sugieren que el cometa se originó en una zona similar a la que dio forma al disco de la Vía Láctea, donde nacieron muchas de las estrellas más antiguas.
Con cada nuevo descubrimiento de este tipo, los astrónomos esperan reunir suficiente información para entender cómo se formaron y evolucionaron los sistemas planetarios en toda la galaxia.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué es el cometa 3I/ATLAS? Es el tercer objeto interestelar observado en el Sistema Solar. Su designación “3I” alude a “tercer interestelar”, y “ATLAS” al sistema de sondeo que permitió su descubrimiento.
- ¿Por qué dicen que es una cápsula del tiempo? Porque su antigüedad estimada en 10,000 millones de años y su trayectoria poco alterada sugieren que conserva material primigenio de los primeros tiempos de la Vía Láctea, útil para estudiar cómo se formaron y evolucionaron los sistemas planetarios.
- ¿Cómo se determinó su historia orbital? Mediante técnicas de integración orbital inversa con datos de Gaia, comparando la órbita del cometa con millones de estrellas para identificar encuentros pasados. La alta velocidad de 3I/ATLAS explica que esos encuentros tuvieran efecto mínimo en su rumbo, reforzando la idea de que es un viajero más antiguo incluso antes de que la humanidad habitara la Tierra.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ