Avi Loeb, el científico de la Universidad de Harvard que cree que el cometa 3I/ATLAS podría ser un objeto inteligente creado por una civilización extraterrestre y que representa una amenaza para la Tierra, escribió en un reciente artículo las anomalías que tiene el cuerpo celeste que confirmarían que se trata de una tecnología de origen no natural.
El artículo fue una recopilación de lo que Avi Loeb dijo en una entrevista con Gadi Schwartz en NBC News en donde enumeró siete anomalías que guarda el cometa 3I/ATLAS. El académico de Harvard las dividió en dos grupos; las que podrían solucionarse con los próximos datos que sepamos del objeto interestelar y las que seguirán siendo un misterio para siempre. A continuación te las detallamos.
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Las 7 anomalías del cometa 3I/ATLAS que alimentan teorías sobre su origen extraterrestre
Tamaño:
El diámetro del cometa 3I/ATLAS supera los 5 kilómetros, lo que significa que su masa mínima de 33,000 millones de toneladas es entre mil y un millón mayor que la masa del segundo y el primer objeto interestelar que ya visitaron nuestro sistema solar.
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Chorro:
La imagen del Hubble de 3I/ATLAS mostró un chorro frontal de luz solar dispersa del cometa; 10 veces más largo que ancho, apuntando hacia el Sol. Una cola débil no apareció sino hasta finales de agosto.
Composición química inusual
La columna de gas alrededor de 3I/ATLAS mostró mucho más níquel que hierro. A diferencia de los cometas del sistema solar, la columna del tercer objeto interestelar que nos visita contiene principalmente dióxido de carbono y no agua. Su composición es uno de los factores que más asombrados tienen a la comunidad astronómica.
Polarización
La luz del cometa 3I/ATLAS mostró una polarización negativa extrema, lo que lo vuelve totalmente distinto a los dos objetos interestelares que ya visitaron nuestro sistema solar y es que se caracteriza por una rama de polarización negativa extremadamente profunda y estrecha.
Este comportamiento polarimétrico es significativamente diferente al de todos los cometas conocidos (tanto interestelares como ligados a nuestro Sistema Solar), y no encaja en las categorías de cometas de alta o baja polarización, ni en la categoría única ocupada únicamente por Hale-Bopp y 2I.
Trayectoria
La trayectoria del cometa 3I/ATLAS está alineada con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol con una precisión de 5 grados (0,2 % de probabilidad).
Como detalla Avi Loeb, si bien, el resultado más probable es que el 3I/ ATLAS sea un objeto interestelar completamente natural; probablemente un cometa, las investigaciones también han revelado muchas ideas convincentes sobre la posibilidad de que sea tecnológico pues presenta una combinación de características muy improbable.
"Nuestros telescopios, actualmente enfocados en este objeto, deberían mostrar cualquier anomalía indicativa de tecnología en los próximos meses, aunque estas podrían no ser evidentes hasta que 3I/ATLAS haya superado el perihelio".
Tiempo
El objeto interestelar ya pasó cerca de Plutón y se espera que ahora lo haga por los planetas interiores Venus, Marte y Júpiter. De acuerdo con la hipótesis de Loeb si el cometa 3I/ATLAS es un objeto no natural; como una nave extraterrestre, por ejemplo, ésta podría acercarse a dichos planetas con fines de investigación.
De acuerdo con el científico de Harvard, si el objeto interestelar tuviera una intención maligna podría visitar nuestro sistema solar para analizar a detalle a la Tierra al resto de los planetas en una misión de reconocimiento encubierto.
Para sustentar su hipótesis, Loeb menciona la novela ficticia de Stanislaw Lem, “Fiasco". En el texto, el vehículo terrestre "Hermes" se aproxima a un sistema estelar habitado y adopta la apariencia de un cometa parabólico, aplicando una corteza artificial y expulsando gases.
Posteriormente, utiliza sobrevuelos cercanos a gigantes gaseosos para desacelerar y ocultar sus maniobras de propulsión. "Hermes" adopta esta entrada cautelosamente encubierta en un sistema estelar debido a la observación de posibles actividades hostiles remotas en el sistema objetivo, centradas en el planeta habitado.
Dirección:
La dirección de llegada de 3I/ATLAS está alineada con una precisión de 9 grados respecto a la “Wow! Signal” del 15 de agosto de 1977.
La señal "¡WOW!" fue detectada el 15 de agosto de 1977 como una potente señal de radio de banda estrecha por el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio. Se infirió que su origen era extraterrestre.
Esto plantea una pregunta más amplia de acuerdo con avi Loeb; en caso de detectar una señal artificial de un objeto interestelar, ¿cómo deberíamos interactuar con él?
La urgencia de una respuesta dependería del rango del objeto en la Escala de Loeb. Un rango 10 sugeriría una amenaza inminente, similar a la de un visitante en nuestro patio trasero capaz de acercarse a la puerta principal, lo que requiere una respuesta inmediata.
Pero incluso un rango bajo requeriría un plan de contingencia debido a las graves implicaciones para la humanidad si la amenaza se materializa.
"Debemos considerar la posibilidad de un evento de cisne negro proveniente de objetos interestelares similares a un cometa a gran distancia, pero que podrían tener consecuencias devastadoras para nuestro futuro, como un Caballo de Troya", como detalla el científico de Harvard.
Los dos escenarios que Loeb plantea con la llegada del 3I/Atlas a nuestro sistema solar
De acuerdo con el científico de Harvard, el 3I/ATLAS es un cometa natural, podría entrar en erupción en una llamarada de desgasificación o fragmentarse en fragmentos helados pronto.
Por otro lado, si es tecnológico, podría maniobrar para beneficiarse de la asistencia gravitacional del Sol o liberar sondas que podrían interceptar la Tierra u otros planetas debido a su órbita retrógrada, en dirección opuesta al movimiento de los planetas alrededor del Sol.
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