Superar el umbral de los 100 años sigue siendo un hito que genera asombro, especialmente cuando es alguien cercano quien alcanza esa meta simbólica. Aunque cada vez más personas logran llegar a esa edad, vivir un siglo o más parece algo extraordinario, reservado para unos pocos afortunados que gozaron de buena salud y cuidados extremos. Sin embargo, ¿cuánto falta para que vivir hasta los 100 años se convierta en algo común? ¿Será posible en algún momento o la biología humana lo impedirá?
El aumento de la esperanza de vida es innegable. Durante los últimos siglos, ha crecido significativamente, en parte gracias a la reducción de la mortalidad infantil. Según Nicolás Sacco, investigador asistente del Conicet, “hace 200 años, la esperanza de vida era de 40 años, en gran parte debido a la alta mortalidad infantil”. Sin embargo, los bebés que lograron sobrevivir al primer año podrían vivir hasta los 60 años o más. Las mejoras en salud pública y acceso a agua potable permitieron que más bebés pasaran ese umbral crítico, lo que impulsó el incremento general de la expectativa de vida.
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Hoy en día, la esperanza de vida sigue creciendo, pero a un ritmo más lento.
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“Muchos demógrafos creen que hay un límite al que la medicina puede llegar. Aunque se logren avances, es difícil extender la vida más allá de ciertos umbrales”, explicó Sacco.
Sin embargo, algunos expertos piensan que la ciencia podría generar una revolución médica que erradique las enfermedades que afectan a los ancianos, lo que podría allanar el camino hacia una vida más prolongada.
¿Es posible vivir más de 100 años?
Stuart Olshansky, profesor de la Universidad de Illinois en Chicago, es escéptico respecto a la posibilidad de que vivir hasta los 100 años se vuelva común.
“Dudo que vivir hasta los 100 años se convertirá en algo habitual, a menos que logremos retrasar el envejecimiento”.
Según Olshansky, aunque algunos especulan que la mitad de los bebés nacidos hoy podrían llegar a esa edad, no existe evidencia científica sólida que respalde esas afirmaciones. El verdadero desafío radica en agregar décadas a las personas que ya han alcanzado los 70 años o más.
“Extender la vida de los adultos mayores es una tarea titánica... Es mucho más sencillo la supervivencia de los bebés que sumar años significativos a personas de edad avanzada”, comentó Rafael Rofman, investigador principal de CIPPEC.
¿Qué dicen los estudios sobre la longevidad?
Un estudio publicado en Nature en 2021 sugiere que la esperanza de vida humana tiene un límite máximo entre los 120 y 150 años. El equipo de investigadores utilizó modelos matemáticos y grandes bases de datos para analizar biomarcadores de envejecimiento. Descubrieron que, después de los 120 años, el cuerpo humano pierde la capacidad de resiliencia, lo que inevitablemente conduce a la muerte.
Peter Fedichev, coautor del estudio, explicó que esta pérdida de resiliencia se debe a factores entrópicos. La entropía es el proceso natural de deterioro en sistemas complejos, y en el caso del cuerpo humano, esta acumulación de daños moleculares afecta su capacidad para mantenerse en funcionamiento óptimo.
Por otro lado, Jan Vijg, genetista del Albert Einstein College of Medicine, dirigió una investigación en 2016 que estimó que es poco probable que los humanos vivan más de 125 años. Según Vijg, el envejecimiento es un proceso universal que afecta a todas las especies, impulsado por el daño al ADN. A pesar de los mecanismos de reparación del ADN, estos no son suficientes para extender la vida indefinidamente.
¿Existe un futuro sin envejecimiento?
A pesar de estas limitaciones, algunos científicos creen que la clave para superar el envejecimiento reside en el epigenoma, el conjunto de moléculas que se unen al ADN y controlan procesos como el envejecimiento. El investigador argentino Rodolfo Goya asegura que el epigenoma tiene la capacidad de rejuvenecer, y que el descubrimiento de los “genes rejuvenecedores” podría ofrecer la posibilidad de revertir el envejecimiento en el futuro.
El avance en la ciencia del envejecimiento abre puertas a un futuro en el que vivir más de 100 años no solo sea posible, sino que también venga acompañado de una buena calidad de vida. Según Fedichev, la clave radica en reducir la acumulación de entropía en nuestros cuerpos para evitar el deterioro biológico. Sin embargo, queda por ver si estos avances científicos lograrán extender la vida humana de manera significativa.
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