La búsqueda por muestras de vida extraterrestre ha sido un tema de interés no solo de los estudiosos de las estrellas y el espacio sino también del público en general pues, mientras algunas personas piensan que no estamos solos en esta amplio y vasto universo, otras creen que no sería posible. En ese tenor, un equipo de científicos, incluyendo a un astrónomo de la Universidad de Michigan, identificaron un exoplaneta templado que sería una prometedora supertierra helada o acuática.
Este exoplaneta, denominado como el LHS 1140 b, está ubicado a unos 48 años luz de distancia en la constelación Cetus y se encuentra en la zona habitable de su estrella. Esto significa que podría albergar un océano de agua líquida y una atmósfera, condiciones que serían esenciales para la vida tal como la conocemos en la Tierra.
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Dichos hallazgos, liderados por la Universidad de Montreal, indican que LHS 1140 b no es un mini-Neptuno, sino una supertierra con una atmósfera densa y rica en nitrógeno. Para llegar a esa conclusión se basaron en datos recopilados por el telescopio espacial James Webb en diciembre de 2023, junto con información previa de otros telescopios como Spitzer, Hubble y TESS.
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De hecho, Ryan MacDonald, astrónomo que jugó un papel clave en el análisis, dijo que esta es la primera vez que se observa una posible atmósfera en un exoplaneta rocoso en la zona habitable.
LHS 1140 b: un potencial mundo habitable
LHS 1140 b orbita una estrella enana roja de baja masa, aproximadamente una quinta parte del tamaño del sol. Su proximidad al sistema solar y su ubicación en la zona habitable lo convierten en uno de los candidatos más prometedores para albergar vida. En comparación con otros exoplanetas en zonas habitables, como los del sistema TRAPPIST-1, la estrella de LHS 1140 b es más tranquila y menos activa, lo que facilita la observación de su atmósfera.
El equipo de investigadores descartó la posibilidad de que LHS 1140 b sea un mini-Neptuno, basándose en la densidad del planeta. Las estimaciones sugieren que entre el 10% y el 20% de su masa podría estar compuesta de agua, lo que lo convierte en un candidato atractivo para ser un mundo acuático o un planeta de hielo. Este descubrimiento sugiere que LHS 1140 b podría tener un océano líquido en su punto subestelar, donde la superficie del planeta siempre mira hacia su estrella debido a su rotación sincrónica, similar a la luna de la Tierra.
Una atmósfera similar a la de la Tierra
El análisis de la atmósfera de LHS 1140 b indica la posible presencia de una atmósfera rica en nitrógeno, similar a la de la Tierra, que es 78% nitrógeno. Aunque este resultado es tentativo, sugiere que el planeta ha retenido una atmósfera sustancial, lo cual es crucial para mantener el agua en estado líquido. Esta atmósfera también ayudaría a mantener un clima estable, aumentando las posibilidades de que el planeta sea habitable.
Los modelos actuales indican que, si LHS 1140 b tiene una atmósfera similar a la de la Tierra, sería un planeta de hielo con un océano central de aproximadamente 4 mil kilómetros de diámetro, equivalente a la mitad de la superficie del océano Atlántico. La temperatura en el centro de este océano alienígena podría ser de unos agradables 20°C.
¿Qué implicaciones tiene este descubrimiento?
El descubrimiento de LHS 1140 b abre una ventana emocionante para futuras investigaciones sobre exoplanetas habitables. La presencia de una atmósfera rica en nitrógeno y las condiciones favorables para el agua líquida lo convierten en un candidato excepcional para estudios de habitabilidad. Los científicos planean realizar más observaciones con el telescopio James Webb para confirmar la presencia de nitrógeno y buscar otros gases que puedan indicar la habitabilidad del planeta.
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