SALUD

Esta es la razón por la que no deberías pedir alcohol durante un vuelo largo

Una nueva investigación sugiere que consumir alcohol durante un vuelo largo podría ser perjudicial para tu corazón

Créditos: Freepik IA
Escrito en CIENCIA el

El atractivo de relajarse con una copa de vino o un cóctel durante un vuelo largo es comprensible. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que esta práctica podría ser más peligrosa de lo que parece, especialmente para el corazón. Un pequeño ensayo realizado por científicos del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial Alemán encontró que mezclar alcohol con las condiciones de vuelo de alta altitud puede causar una caída significativa en los niveles de oxígeno en la sangre y un aumento correspondiente en la frecuencia cardíaca, incluso en personas jóvenes y sanas.

La investigación y sus resultados

El estudio, cuyos resultados se publicaron en la revista Thorax, reclutó voluntarios sanos de entre 18 y 40 años. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno que durmió en condiciones atmosféricas normales y otro que durmió en una cámara de altitud que simulaba la presión de cabina de un avión a una altitud de crucero de 8,000 pies (2,438 metros sobre el nivel del mar). Dentro de cada grupo, algunos voluntarios bebieron una cantidad moderada de alcohol (equivalente a dos tragos) antes de acostarse, mientras que otros no consumieron alcohol.

Los resultados mostraron que los voluntarios en la cámara de altitud que consumieron alcohol experimentaron una disminución significativa en sus niveles de oxígeno en la sangre, con una saturación media que cayó al 85%, en comparación con el 88% sin alcohol. Además, su frecuencia cardíaca aumentó más en comparación con aquellos que no bebieron. Estos cambios fueron menos pronunciados en el grupo que durmió en condiciones normales, pero aún así se observó un aumento en la frecuencia cardíaca tras el consumo de alcohol.

Implicaciones para la salud

La saturación de oxígeno en sangre se mide mediante la presión parcial de oxígeno arterial (PaO2), siendo un nivel saludable superior al 95%. Un nivel por debajo del 90% se considera bajo y puede requerir atención médica. El estudio destaca que las personas que ya son vulnerables a problemas cardiovasculares, como los ancianos o aquellos con enfermedades cardíacas o pulmonares, podrían enfrentar riesgos significativos al combinar alcohol con vuelos de larga distancia.

Los vuelos de larga distancia ya imponen un estrés adicional en el cuerpo debido a la menor presión atmosférica, lo que puede reducir la saturación de oxígeno en la sangre y obligar al corazón a trabajar más para compensar esta pérdida. Añadir alcohol a la mezcla empeora la situación, aumentando el esfuerzo del corazón y potencialmente llevando a episodios de taquicardia u otras complicaciones cardíacas.

Los resultados mostraron que los voluntarios en la cámara de altitud que consumieron alcohol experimentaron una disminución significativa en sus niveles de oxígeno en la sangre

Futuras investigaciones

Aunque los hallazgos del estudio son preocupantes, es importante señalar que la investigación se basó en un tamaño de muestra pequeño y los voluntarios durmieron en una posición supina (boca arriba), que es más común en pasajeros de primera clase. Por lo tanto, no está claro si los mismos efectos se observarían en personas que beben y duermen en posiciones más comunes en clase económica.

Los autores del estudio enfatizan la necesidad de más investigaciones para confirmar estos efectos en una muestra más grande y en diferentes condiciones de vuelo. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora sugieren que la combinación de alcohol y vuelos de larga distancia puede representar un riesgo significativo, incluso para individuos jóvenes y sanos.

Dado que las emergencias médicas en un avión, aunque raras, ocurren aproximadamente una vez cada 604 vuelos y el 7% de ellas están relacionadas con problemas cardiovasculares, los autores sugieren que podría ser prudente reconsiderar las políticas sobre el servicio de alcohol en vuelos largos. Informar a los pasajeros, profesionales y tripulación sobre estos riesgos podría ayudar a prevenir posibles emergencias médicas a bordo.

“En conjunto, estos resultados indican que, incluso en individuos jóvenes y sanos, la combinación de la ingesta de alcohol con el sueño en condiciones hipobáricas plantea una considerable tensión en el sistema cardíaco y podría provocar una exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares”, concluyen los autores.

Así que la próxima vez que se embarque en un vuelo largo, podría ser sensato pensarlo dos veces antes de pedir esa copa de vino o cóctel. Su corazón, especialmente en las alturas, se lo agradecerá.

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