Con la llegada del verano, es común que las personas participen en actividades al aire libre, incrementando su exposición al sol. En esta temporada, se vuelve esencial el uso de protector solar para prevenir quemaduras y daños en la piel. Sin embargo, incluso con la aplicación correcta de protector solar, algunas personas desarrollan un bronceado profundo mientras que otras apenas se broncean o se queman con facilidad. Esta diferencia se debe a factores biológicos que explican la Dra. Susana Puig, jefa de Servicio de Dermatología del Clínic Barcelona.
“Cada uno producimos una cantidad y una calidad diferente de melanina”, explica la Dra. Puig.
La melanina es el pigmento que producen las células de la piel, ubicadas en la capa basal de la epidermis. Estas células, llamadas melanocitos, generan melanina, la cual se transfiere a los queratinocitos, las células que forman la capa superficial de la piel y que se renuevan aproximadamente cada 21 días. “Esta melanina se pone por encima de los núcleos de los queratinocitos como si fuera una sombrilla”, añade la Dra. Puig. Esta función protectora de la melanina es crucial para evitar que los rayos ultravioleta del sol dañen las células de la piel, previniendo quemaduras y enfermedades como el cáncer de piel.
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Tipos de melanina: Eumelanina y feomelanina
Existen dos tipos principales de melanina: la eumelanina y la feomelanina. La eumelanina, conocida como melanina "buena", es de color marrón oscuro o negro y proporciona una mayor protección contra los efectos nocivos del sol. La feomelanina, por otro lado, es de color naranja o rojizo y se considera menos efectiva en términos de fotoprotección.
La proporción entre estos dos tipos de melanina varía entre las personas y es lo que determina la capacidad de broncearse. Aquellas personas con una mayor cantidad de eumelanina se broncean más fácilmente y están mejor protegidas contra las quemaduras solares. En contraste, las personas con predominancia de feomelanina tienen más probabilidades de quemarse al exponerse al sol.
El caso particular de los pelirrojos
Un grupo específico de la población, aproximadamente el 5%, produce únicamente feomelanina. “Las personas pelirrojas solo tienen feomelanina, que no es fotoprotectora”, aclara la Dra. Puig. Esto significa que los pelirrojos no pueden producir la eumelanina protectora, lo que incrementa su susceptibilidad a las quemaduras solares y al daño celular causado por la radiación ultravioleta. Además, la feomelanina contribuye al estrés oxidativo en las células, aumentando el riesgo de daño celular.
¿Por qué es importante utilizar protección solar?
Independientemente de la cantidad y el tipo de melanina que una persona posea, es crucial protegerse adecuadamente del sol. La Dra. Puig enfatiza la necesidad de evitar la exposición solar durante las horas de mayor intensidad, usar protector solar adecuado, y complementarlo con ropa protectora como camisetas y sombreros. Aunque una persona tenga la capacidad de broncearse bien, sigue siendo vulnerable a los daños a largo plazo causados por la radiación solar, incluidos el envejecimiento prematuro de la piel y el riesgo de cáncer.
El uso correcto del protector solar es fundamental. Se recomienda aplicar la crema solar al menos 20 minutos antes de la exposición al sol y reaplicarla cada dos horas, o después de nadar o sudar intensamente. Además, es importante cubrir todas las áreas expuestas del cuerpo, incluyendo las orejas, el cuello y el dorso de las manos, áreas comúnmente olvidadas.
La capacidad de broncearse de una persona está determinada por la cantidad y la calidad de melanina que produce su piel. La proporción entre la eumelanina y la feomelanina es el factor clave que explica por qué algunas personas se broncean fácilmente mientras que otras se queman. Sin embargo, independientemente de esta capacidad, es esencial protegerse adecuadamente del sol para prevenir daños a corto y largo plazo en la piel.
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