Lo que va de 2024 hemos experimentado toda clase de fenómenos astronómicos, incluido un eclipse lunar que fue visible en América, Europa y el norte de Asia el 24 y 25 de marzo, así como el paso del cometa del Diablo (a finales del mismo mes) y el eclipse total de sol (del 8 de abril). Ahora, con el sol a punto de alcanzar su máximo solar en el ciclo 25 se han presenciado auroras boreales en varias partes del planeta. Aquí te detallamos cuándo podría esperarse la próxima gran tormenta solar y cómo prevenirnos.
Cada 11 años el sol experimenta un máximo solar, por lo que antes de alcanzar el punto máximo (se espera que suceda entre 2024 y 2026), su actividad se vuelve más intensa ocasionado fuertes tormentas geomagnéticas que en ocasiones golpean a la Tierra. En caso de que sean muy potentes, se pueden ver algunas afectaciones en las telecomunicaciones y sistemas satelitales, así como la aparición de auroras boreales en las partes más altas del planeta.
Te podría interesar
Las tormentas solares o geomagnéticas suceden cuando ocurre una explosión en el Sol, también conocida como eyección de masa coronal que generan las auroras boreales, pero que también son potencialmente peligrosas debido a que, cuando la energía del sol choca con la Tierra, puede alterar los satélites, dañar los sistemas GPS, desconectar plantas de energía y cortar las telecomunicaciones.
Te podría interesar
Al igual que los huracanes, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) clasifica las tormentas solares en cinco categorías, desde menores a moderadas, fuertes, severas y extremas. Normalmente, una tormenta solar tarda aproximadamente un día en llegar y pasar por la Tierra. La más reciente (y más fuerte registrada en 20 años) duró varios días porque el sol desató varias de ellas en rápida sucesión.
En qué FECHA se espera la próxima tormenta solar
Como el sol está por alcanzar su máximo solar entre 2024 y 2026, los científicos creen que habrá más tormentas solares o geomagnéticas. Los pronósticos más alentadores hechos por la NOAA sugieren que el sol podría tardar hasta mediados de 2025 para comenzar a disminuir su actividad.Por ello, diversos organismos han tratado de estar preparados para sortear los daños que se pudieran originar en la Tierra a causa de este fenómeno.
Para muestra, en 2019, el Congreso intentó reforzar las defensas de Estados Unidos contra los fenómenos meteorológicos espaciales aprobando la Ley PROSWIFT que tiene por objetivo promover la investigación y las observaciones del clima espacial para estar preparados ante los posibles efectos que pudieran dejarnos las tormentas geomagnéticas.
Los potenciales daños que dejaría una supertormenta solar
La legislación faculta a organismos como la NOAA, NASA y la Fundación Nacional de Ciencias para investigar cómo prepararse para eventos climáticos espaciales adversos como las tormentas solares que han golpeado a la Tierra como consecuencia de que el Sol está por alcanzar su máximo solar en 11 años.
Entre los potenciales daños que podría generar una gran tormenta solar si impacta contra la Tierra estarían la destrucción de la red, con lo que los sistemas de energía dejarían de funcionar y los transformadores de las centrales eléctricas podrían fallar. En el caso de los satélites, éstos podrían presentar daños y caer ante la presión atmosférica ocasionada por las tormentas geomagnéticas.
No sólo eso, los sistemas ferroviarios también podrían presentar problemas debido a que cualquier conductor metálico largo asentado en tierra puede transportar corriente durante una tormenta geomagnética. En el caso de los trenes, los conductores de tráfico tendrían que manejarlos manualmente y no confiarse en las señales automáticas cuando ocurra una tormenta solar o geomagnética.
En el caso de industrias como la petrolera o el Ejército sucedería lo mismo que con el sistema de trenes, pues actualmente dependen en gran medida de los sistemas GPS , por lo que, en caso de que suceda una tormenta solar, tendrían que suspender sus operaciones hasta que pase el fenómeno. Por su parte, los controladores de tráfico aéreo tendrían que desviar a los aviones de lugares que estén experimentando cortes de comunicaciones, o dejarlos en tierra si la ausencia de comunicaciones es más global para evitar cualquier accidente.
Entre los efectos que podría causar una gran tormenta solar en los humanos y seres vivos es exponerlos a un exceso de radiación que podría ser peligrosa para sus organismos.
Sigue a Heraldo Binario en Google News, dale CLIC AQUÍ.