En un avance que podría acercarnos más a la telepatía, un grupo de científicos ha anunciado el desarrollo de un dispositivo capaz de leer y traducir el discurso interno de las personas. Sin embargo, aunque este avance promete, los resultados hasta ahora muestran solo un éxito modesto y aún hay muchos desafíos por delante antes de que estos dispositivos puedan tener aplicaciones prácticas.
Para llevar a cabo su investigación, los científicos reclutaron a dos personas con lesiones en la médula espinal. A ambos se les implantaron electrodos en la circunvolución supramarginal, una región del cerebro que estudios previos habían sugerido que era crucial para la formación del habla interna.
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Durante tres días, los voluntarios fueron entrenados para imaginar que decían una serie de palabras específicas, como "campo de batalla", "vaquero", "pitón", "cuchara", "natación" y "teléfono", así como dos términos sin sentido, "nifzig" y "bindip". Mientras imaginaban estas palabras, sus cerebros eran monitorizados.
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Posteriormente, estas mediciones iniciales fueron introducidas en un modelo computarizado que intentaba decodificar e interpretar las señales cerebrales de los voluntarios mientras pensaban en decir estas palabras, durante una sesión posterior realizada en tiempo real.
Los resultados mostraron una actividad cerebral única en la circunvolución supramarginal cuando los voluntarios internalizaban su habla en comparación con la vocalización, lo que respalda la idea de que esta región desempeña un papel importante en el proceso. En general, el modelo desarrollado por los científicos tuvo una precisión del 79% en la predicción del habla interna del primer sujeto y un 23% en el segundo.
"Este trabajo representa una prueba de concepto para un BMI interno del habla de alto rendimiento", escribieron los autores en su artículo publicado el lunes en la revista Nature Medicine.
Si bien estos resultados son prometedores, aún hay una serie de desafíos por delante. Por un lado, la precisión del dispositivo necesita mejorar significativamente para ser útil en situaciones del mundo real. Además, el proceso actual requiere la implantación de electrodos en el cerebro, lo que limita su viabilidad y accesibilidad para el público en general.
El dispositivo podría ayudar a personas con dificultades del habla
A pesar de estos desafíos, los investigadores están entusiasmados con el potencial de su trabajo. Se vislumbra un futuro en el que las personas con dificultades del habla podrían comunicarse más fácilmente mediante dispositivos que traducen sus pensamientos en palabras habladas. Sin embargo, aún se necesita mucha más investigación y desarrollo antes de que esto se convierta en una realidad cotidiana.
Este avance también plantea importantes preguntas éticas y de privacidad. ¿Cómo se utilizará esta tecnología? ¿Quién tendrá acceso a ella y quién controlará esa información tan íntima? Estas son cuestiones que deben abordarse a medida que avanzamos hacia un futuro donde la mente pueda ser leída con tanta precisión.
En resumen, si bien el traductor de pensamientos desarrollado por estos científicos representa un emocionante paso adelante en la interfaz cerebro-máquina, aún queda mucho trabajo por hacer antes de que pueda convertirse en una herramienta práctica y ética para la comunicación humana.
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