Desde el siglo quinto antes de nuestra era ya se pensaba que en la Luna había vida, similar a la que existe en la Tierra y que los "gérmenes invisibles" causantes de la vida según el filósofo griego Anaxágoras (500 a.C.- 428 a.C), estaban presentes en todos lados.
Y de hecho, Anaxágoras no estaba tan lejos de la realidad, pues la relación de los seres humanos con las estrellas y el espacio va más allá de la búsqueda implacable de vida extraterrestre. Tanto así que se dice que somos polvo de estrellas, pero ¿de dónde sale este dicho?
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¿Por qué se dice que somos polvo de estrellas?
Para entender la razón por la que se ha afirmado que los seres humanos somos polvo de estrellas es necesario entender lo que entendemos por un ser vivo, y es que la principal característica de éstos es que sus células contienen macromoléculas (ADN y ARN).
Esas macromoléculas trabajan juntas para preservar y transmitir la información genética de cada ser vivo y definen a todas las formas de vida que conocemos. Dentro de su composición contienen átomos de Carbono (C), Oxígeno (O), Hidrógeno (H), Nitrógeno (N), Azufre (S) y Fósforo (P), detalla la Universidad Nacional Autónoma de México en su artículo "Búsqueda de vida extraterrestre. Los métodos de la ciencia".
Además, el ADN y ARN también contienen pequeñas cantidades de minerales como el Litio (Li), Sodio (Na), Potasio (K) y Calcio (Ca).
Algunos de esos elementos químicos se formaron en el interior de alguna estrella al alcanzar la temperatura y la presión lo suficientemente elevadas para que se produzca la fusión nuclear.
Cuando las estrellas llegan al final de su evolución expulsan al medio interestelar, ya sea por viento o por explosiones, todos los elementos químicos que procesaron. Estos componentes se incorporarán más tarde a nuevos sistemas estelares en formación y también a sus planetas.
"Es por eso que se dice que el calcio y el fósforo de nuestros huesos, el sodio y el potasio de nuestros nervios y el hierro de la hemoglobina de nuestra sangre se formaron hace miles de millones de años en el interior de alguna estrella, es decir, somos polvo de estrellas", explic?? José Franco de Instituto de Astronomía de la UNAM durante un conversatorio.