Si bien, el Pentágono es muy reservado con la información de sus proyectos, especialmente con su avión espacial ultrasecreto conocido como X-37B que vuela hasta 310 kilómetros sobre la Tierra, el Departamento de Defensa acaba de revelar que la nave no tripulada está a punto de ejecutar una maniobra nunca antes vista; "primera en su tipo" para alterar su órbita. Se cree que el novedoso ejercicio le permitirá evadir la detección de naciones hostiles y realizar trayectorias "secretas" sobre la Tierra.
El Boeing X-37, de unos 98 metros de largo y 46 de envergadura, fue lanzado en su séptima misión en diciembre de 2023 y todavía está en el espacio casi un año después.
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La Fuerza Espacial de Estados Unidos confirmó que ha estado realizando "experimentos sobre efectos de radiación" y probando "tecnologías de concientización" en una órbita "altamente elíptica". Sin embargo, ahora en una rara actualización, Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea de dicha nación confirmó que se están llevando a cabo "misiones de seguridad nacional en el espacio".
También se reveló que la "novedosa maniobra espacial", llamada aerofrenado, es un procedimiento que se está intentando por primera vez. El método consiste en frenar una nave espacial utilizando la atmósfera o las capas de gas exteriores de un planeta.
Para ello, el avión espacial se "hunde" en la atmósfera y, al hacerlo, las moléculas de gas de la atmósfera rozan contra la nave, lo que actúa como resistencia y ralentiza el vehículo. A menudo, una nave utilizará el frenado aerodinámico para cambiar una órbita o desacelerarla lo suficiente como para que la gravedad la arrastre hacia un planeta.
"Esta maniobra, primera en su tipo del X-37B, es un hito increíblemente importante para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos", como declaró el general de la Fuerza Espacial, Chance Saltzman.
El método conocido como aerofrenado aerodinámico utiliza la resistencia de la atmósfera terrestre, permitiendo a la nave espacial cambiar de órbita mientras gasta un mínimo de combustible.
Así es el avión ultrasecreto X-37B de EEUU
La Fuerza Espacial de Estados Unidos depende del Departamento de Defensa, también conocido como Pentágono que usualmente revela pocos detalles sobre el avión ultrasecreto X-37B a cargo de la Fuerza Espacial como parte del programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional.
El X-37B fue lanzado por primera vez en 2010 y es descrito como una "nave espacial no tripulada y reutilizable que fortalece el futuro de los Estados Unidos en el espacio mediante la realización de experimentos tecnológicos que aceleran el desarrollo de capacidades de próxima generación".
Actualmente, el avión ultrasecreto X-37B se encuentra en su séptima misión, denominada 'OTV-7', lanzada el 28 de diciembre desde el Centro Espacial Kennedy en Florida a bordo de un cohete SpaceX.
¿Qué oculta el avión ultrasecreto X37-B de EEUU?
Se cree que para cada misión, el avión espacial no tripulado ha llevado consigo una carga útil misteriosa en vuelos de larga duración en la órbita terrestre. En su quinta misión llamada "OTV-5", en 2017, se descubrió que la carga útil a bordo que transportaba era un "esparcidor térmico integrado"; un equipo que prueba la longevidad de la electrónica y los tubos de calor en el entorno espacial.
Según los informes, el avión ultrasecreto de EEUU X-37B también llevó a cabo un experimento de la NASA para estudiar cómo las semillas de las plantas se ven afectadas por la exposición prolongada al duro entorno de radiación en el espacio. La capacidad de cultivar cultivos en el espacio tiene implicaciones importantes para mantener alimentados a los astronautas durante futuras misiones a largo plazo a la Luna y Marte.
Sin embargo, al igual que con misiones anteriores, la Fuerza Espacial de EEUU considera a "OTV-7" como un proyecto altamente clasificado y, por lo tanto, los objetivos exactos de la misión no han sido revelados. La duración prevista de ésta no se ha hecho pública pero podría durar hasta junio de 2026 o más incluso más, dado el patrón que han seguido las pasadas. Para muestra, la misión previa permaneció en órbita durante más de dos años antes de aterrizar en noviembre de 2022.
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