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Este planeta podría albergar vida y fue descubierto por el telescopio James Webb

Se detectaron moléculas que contienen carbono, metano y dióxido de carbono, en la atmósfera del exoplaneta

Este planeta podría albergar vida y fue descubierto por el telescopio James Webb.Créditos: Especial Pixabay Freepik
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El universo siempre ha sido una fuente de misterio y asombro, y cada nuevo descubrimiento nos acerca un poco más a comprender la inmensidad del cosmos. En esta ocasión se reveló un hallazgo que podría cambiar nuestra perspectiva sobre la posibilidad de vida más allá de la Tierra y todo gracias al telescopio espacial James Webb.

La atención se centra en el exoplaneta K2-18 b, un mundo ubicado a 120 años luz de distancia en la constelación de Leo, este exoplaneta, que es 8.6 veces más masivo que la Tierra, ha estado en el punto de mira de la comunidad científica desde hace algún tiempo. Las observaciones iniciales, realizadas con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, proporcionaron la primera comprensión de las propiedades atmosféricas de K2-18 b. Sin embargo, el Webb detalló información sobre su composición y abrió la viabilidad de albergar vida.

De acuerdo con información recopilada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) se detectaron moléculas que contienen carbono, metano y dióxido de carbono, en la atmósfera de K2-18 b

Estas moléculas son fundamentales para la vida tal como la conocemos en la Tierra. Además, la sugerencia de que este exoplaneta podría ser un Hycean plantea aún más preguntas fascinantes sobre su habitabilidad potencial.

Los exoplanetas Hycean, como K2-18 b, son una clase única en el universo, con características que los hacen muy diferentes de cualquier cosa en nuestro propio sistema solar. Su tamaño, que se encuentra entre el de la Tierra y Neptuno, presenta un enigma para los astrónomos, ya que no se conocen ejemplos cercanos que se les asemejen.

El descubrimiento de metano y dióxido de carbono, junto con la posible presencia de sulfuro de dimetilo (DMS), una molécula producida por la vida en la Tierra, plantea la posibilidad de la existencia de un océano de agua debajo de una atmósfera rica en hidrógeno en K2-18 b. Sin embargo, es importante señalar que, debido a su gran tamaño, este mundo podría albergar un manto de hielo a alta presión en su interior.

Entonces, ¿puede o no albergar vida? Es fundamental comprender que la detección de moléculas que contienen carbono no garantiza la presencia de vida. La habitabilidad de K2-18 b depende de una serie de factores, incluida la temperatura y la composición exacta de su atmósfera y superficie, detalló la NASA.

Este descubrimiento fue posible gracias a la capacidad del telescopio James Webb para analizar la luz de la estrella madre de K2-18 b a medida que pasa a través de la atmósfera del exoplaneta. Esta técnica permitió a los científicos identificar las moléculas presentes en la atmósfera del exoplaneta.

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