Por años la humanidad ha intentado resolver y frenar el avance del envejecimiento, este hito data desde la ficción hasta búsquedas de procesos científicos que prolonguen la edad o simplemente aminoren los efectos en la salud de la edad avanzada, y pareciera que la respuesta está más cerca de lo que pensamos, pero no como la soñaba Ponce De León en la fuente de la eterna juventud.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Aging “Reprogramación inducida químicamente para revertir el envejecimiento celular” elaborado por medio de una colaboración internacional entre Harvard, el MIT, y el Instituto Belozersky de la Universidad Estatal de Moscú, la resolución a los problemas derivados con el avance de la edad pueden estar al alcance de un coctel químico.
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“Identificamos seis cócteles químicos que, en menos de una semana y sin comprometer la identidad celular, restaurar un perfil de transcripción de todo el genoma juvenil y una edad transcriptómica inversa. Por lo tanto, el rejuvenecimiento por reversión de la edad se puede lograr, no solo por medios genéticos, sino también químicos”, detalló la investigación.
Los beneficios de este descubrimiento no están ligados a la belleza o rejuvenecimiento, sino a atender a problemas de salud que se enfrenta la población con el avance de la edad, lo anterior gracias a que la expresión de genes específicos, denominados factores Yamanaka, podía convertir células adultas en células madre pluripotentes inducidas (iPSC).
La investigación está basada en 6 cocteles químicos que buscan la transcripción de todo el genoma a estados juveniles e invierten la edad transcriptómica y así revertir el envejecimiento celular sin que se produzca un crecimiento celular descontrolado.
“Estos hallazgos son consistentes con la Teoría de la información del envejecimiento, que propone que una disminución de la información, específicamente la información epigenética, desencadena una cascada de eventos, que incluyen disfunción mitocondrial, inflamación y senescencia celular, lo que conduce a una disminución progresiva de la función de las células y los tejidos, que se manifiesta como envejecimiento y enfermedades relacionadas con la edad”, señala los resultados vertidos en la revista Aging.
En ese tenor, los investigadores argumentaron que el desarrollo de una alternativa química para imitar los efectos rejuvenecedores podría reducir los costos y acortar los plazos en el desarrollo de la medicina regenerativa.
“Este avance podría permitir el tratamiento de diversas afecciones médicas y, potencialmente, incluso facilitar el rejuvenecimiento de todo el cuerpo”, destacó.
Actualmente esta investigación continúa en debate, pues existen segmentos de la comunidad científica que refutan lo expuesto pues para ellos no hay elementos contundentes sobre este proceso de rejuvenecimiento.
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