No cabe duda que la Tierra esconde tesoros insospechados en lo más profundo, mismos que pueden permanecer años ahí dentro o que, simplemente, nunca salen a la luz. Pero en esta ocasión un grupo de científicos pudo adentrarse más allá y ver un impresionante hallazgo que, según los propios investigadores, es cuatro veces más grande que el monte Everest.
Como sabemos el Everest es la montaña más grande del mundo, ubicada en la cordillera de los Himalayas, marcando la frontera entre China y Nepal, la cual tiene una altitud de 8,848 metros sobre el nivel del mar, un dato que puede resultar abrumador en comparación con otras montañas y que hoy pudo haber sido superada en cuanto a medidas se refiere.
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El trabajo para dar con este hallazgo fue hecho por un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Arizona y de la Universidad de Alabama, liderado por la geóloga Samantha Hansen.
El proyecto tenía como objetivo encontrar cadenas de montañas ocultas en la Antártica, pero no en la superficie o en los ambientes controlados que podemos ver a través de fotografías en Google, sino en lo más profundo de la Tierra, en donde no hay vida silvestre ni mucho menos humana.
El impresionante hallazgo encontrado en lo profundo de la Tierra, más grande que el Everest
Desde 2015 el grupo de científicos mencionado se dio a la tarea de colocar estaciones sismológicas en la Antártica, así como un equipo semienterrado en la nieve que les ayudó a estudiar con mayor detalle el interior del planeta. Esto les permitió, entre otras cosas, descubrir evidencia de zonas de velocidad ultrabaja (ULVZ) en muchas partes.
¿Y qué son las ULVZ?, los científicos las llaman "montañas" por el parecido que tienen con estas estructuras rocosas, y que son regiones más calientes ubicadas entre el límite del núcleo de la Tierra y su manto y en donde pueden fundirse parcialmente. Según los investigadores, se cree que estas zonas son una especie de cementerio para piezas muy antiguas en el fondo de los océanos, mismas que incluso pudieron dar origen o estar vinculadas con la aparición de volcanes en lugares como Hawai.
Poco después de que se instalara dicho equipo tecnológico en la Antártica, el grupo de científicos liderado por Samantha Hansen comenzó a registrar movimientos en prácticamente toda la Tierra. Y aunque previamente ya se habían descubierto zonas así, no había sucedido antes por debajo de la Antártica, uno que también fue gracias a la medición de ondas sísmicas generadas por terremotos.
Con todo este proceso los investigadores hallaron unos picos de hasta 40 km hacia el manto, cifra que equivale a 4.5 veces la altura del monte Everest.
Hasta el momento no se ha definido cómo es que llegaron a crearse en ese lugar ni de qué materiales están compuestas. Sin embargo, se maneja la teoría de que ese hallazgo encontrado en lo más profundo de la Tierra puede tratarse de resto de una antigua corteza oceánica que se hundió hace millones de años.
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