El espacio alberga incontables misterios, muchos de ellos quizá nunca los conoceremos, pero hay otros que con el paso del tiempo se han ido develando y nos han asombrado, como el que un grupo de científicos recientemente hizo sobre una estrella enana blanca que es muy parecida a nuestro Sol, la cual se está volviendo un gigantesco diamante cósmico, hecho que ya esta dando de qué hablar ante su majestuosidad.
Los encargados de este hallazgo fueron astrónomos de instituciones de Reino Unido, Canadá y Australia quienes informaron que una estrella enana blanca está en un proceso de cristalización, teniendo como resultado su transformación en un diamante celeste, el cual estaría compuesto de elementos como oxígeno metálico y carbono.
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Según la investigación, este tipo de cuerpo celeste tiene temperaturas muy altas al inicio de su proceso de cristalización. Sin embargo, al no tener una fuente de energía nuclear inicia una etapa de enfriamiento, la cual en ocasiones es tan fuerte que endurece y solidifica su núcleo.
Dicha estrella enana blanca está ubicada a 104 años luz de la Tierra y forma parte de un sistema de estrellas nombrado HD 190412.
Así es como una estrella se convierte en un diamante cósmico
De acuerdo con información publicada por National Geographic, la transformación de estrellas en diamantes cósmicos grandes y brillantes es un proceso que se descubrió desde hace varias décadas. Sin embargo, fue hasta el lanzamiento de la misión espacial Gais que este fenómeno astronómico fue comprobado.
Para que una estrella enana se convierta en un enorme diamante cósmico debe llevarse a cabo un proceso. Durante su primera etapa la materia de la estrella se comprime a tal punto que ocasiona una separación de los electrones en los átomos. Cuando esto ocurre, los electrones se vuelven gas que los hace moverse libremente. Dicho proceso permite que el núcleo esté compuesto de oxígeno y carbón. Mientras tanto la baja temperatura de los núcleos de estrellas enanas blancas genera la reorganización de iones en una estructura ordenada, dando paso a la formación de cristales.
Para concluir que en realidad dicha estrella se encuentra en un proceso de cristalización que la convertirá en un diamante cósmico, los encargados del estudio calcularon su temperatura, la cual superó los 6,300ºC, además de su edad que es de 4,200 millones de años.
Tales factores han hecho que los científicos hayan definido que la tasa de cristalización ha ralentizado el proceso de enfriamiento de esta estrella enana blanca unos mil millones de años. Esto quiere decir que a pesar de contar con las condiciones de cristalización, aún falta un buen tiempo para que se convierta en un gigantesco diamante cósmico.
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