Dicen que el vino mejora con los años, pero ¿qué pasa con el resto de las bebidas alcohólicas? ¿Alguna vez te has preguntado las bebidas etílicas se echan a perder? O, ¿qué pasaría si tomas alcohol caducado? Aunque algunas bebidas alcohólicas como las cervezas u otros productos tienen etiquetas con fecha de vencimiento, debes saber que en realidad este tipo de productos no se echan a perder.
Lo primero a tener en cuenta es que el alcohol no caduca, pero sí hay algunas bebidas alcohólicas que es preferente consumirlas en la fecha que se indica en su etiquetado, como las cervezas. Si bien, algunos de estos productos cuentan con fechas de consumo preferente no es lo mismo que fecha de caducidad, pues esta última sólo la tienen algunos alimentos que son microbiológicamente perecederos, que no es el caso de las bebidas etílicas.
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Así lo primero que debe quedarte claro es que las bebidas alcohólicas no caducan, pero algunas de ellas sí tienen fecha de consumo preferente. Este es el caso de cervezas y algunas otras bebidas etílicas de baja graduación que, en algunas regiones del mundo como Europa, por reglamento (ley 1169/2011) deben colocar en sus etiquetados una fecha de consumo preferente. La legislación no aplica para productos alcohólicos con una graduación de 10% o más en volumen de alcohol.
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¿Qué pasa si tomo alcohol después de la fecha preferente de consumo?
Como mencionamos, las bebidas alcohólicas con una graduación de alcohol de 10% o más no tienen fecha de consumo preferente, el resto como la cerveza o bebidas con una menor graduación llevan esta fecha en sus etiquetados porque al consumirlas después, si bien no le pasa nada a tu organismo, la bebida sí puede comenzar a perder algunas de sus características esenciales como el aroma, el sabor, el olor o la gasificación.
Entonces, si llegas a consumir una bebida alcohólica cuya fecha de consumo preferente ya haya pasado no le sucederá nada malo a tu organismo ni será perjudicial para tu salud porque no es un producto microbiológicamente perecedero, pero como mencionamos, sí puede perder cualidades organolépticas que hagan que al consumirla la experiencia no sea agradable porque su composición cambió.
Para que el alcohol se encuentre bien conservado es necesario que las botellas siempre estén cerradas herméticamente y que no entren en contacto con el aire, además de que deben ser almacenadas en lugares que estén a temperatura ambiente. En el caso de las botellas de vino, es recomendable que éstas se conserven en una posición horizontal para que el corcho absorba la suficiente humedad y no se reseque. Recuerda que las botellas de alcohol llenas se conservan mejor que las medio llenas.
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