Cuando somos adolescentes, solemos hacernos piercings o tatuajes, y no es un tema de rebeldía. La Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos da la respuesta de por qué las generaciones más jóvenes recurren a estos procedimientos, marcas e intervenciones.
De acuerdo con la académica Janett Esmeralda Sosa Torralba, de la Facultad de Psicología de la UNAM, los adolescentes se tatúan y hacen piercings porque es una forma de completar un proceso de apropiación de sus cuerpos, además de que les brinda un baluarte de identidad. Las generaciones más jóvenes creen que este tipo de intervenciones, les brindan un sentido de permanencia, además de darles una ilusión de inmortalidad a través del aspecto narcisista del congelamiento del tiempo.
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Así lo detalló la especialista Sosa Torralba durante la conferencia "El cuerpo como medio de expresión en la adolescencia" que impartió, pero aclaró que no todos los adolescentes se tatúan o hacen piercings, sino que esta es una experiencia subjetiva porque cada individuo transita de un modo distinto, "de acuerdo a su historia". Sin embargo, de manera general, es una moda a la que recurren las generaciones más jóvenes a manera de protesta:
"El cuerpo es un medio privilegiado de expresión, incluso alguna información mediática coadyuva a que se modele el cuerpo y a ajustarse a los cánones estéticos corporales establecidos, por lo que se usa la modificación de este como protesta”, detalló la especialista de la UNAM.
Para la especialista, algunos adolescentes buscan que los tatuajes o piercings les aplaque la angustia de no existencia, "de sentir que no existen", por lo que el cuerpo les sirve a manera de crítica social, y es que este tipo de intervenciones son un enlazamiento "entre lo social y lo subjetivo, van construyendo una representación de imagen corporal, y así la interiorizan como un objeto para ir en búsqueda de otros objetos", de acuerdo con Janett Esmeralda Sosa Torralba.
Al tatuarse o hacerse piercings, los adolescentes quieren forjar una imagen de ellos mismos para sentirse integrados. Es en esta fase de la vida cuando comienzan a cuestionar su imagen corporal y están en búsqueda de una nueva identidad. No sólo es un cambio físico, sino que también se da una maduración neuronal y endocrinóloga.
Un proceso de metamorfosis, ¿que se debe permitir?
Para la especialista de la UNAM, los adolescentes experimentan una fase de cambios marcados por una etapa de amor-odio, incluso, algunos de ellos pueden vivir esta fase de la vida con cierta violencia porque es el momento en que se destruye la imagen del infante, por lo que los jóvenes están viviendo un duelo infantil ante las expectativas de ingresar a un mundo adulto, pero, si eres papá de uno de ellos, ¿les debes permitir que se tatúen o hagan piercings?
De acuerdo con Sosa Torralba, se tuene que dar a los adolescentes los medios para que se incorporen a una cultura, "sin exigirles que la reproduzcan ciegamente y que puedan apropiarse de una práctica, que puedan construir sus propios conocimientos, valores y sus tradiciones de la época".
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