Este año se ha convertido en el año de la industria aeroespacial, SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk dio gigantescos pasos, desde fundar su propia ciudad espacial llamada Starbase, hasta diseñar y terminar de ensamblar el sistema Starship, un cohete de dos etapas que se convirtió en el más alto de la historia.
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¿Qué combustibles usan los cohetes de SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic y por qué debería preocuparnos?
Asimismo, tanto la NASA como otras empresas privadas como Blue Origin de Jeff Bezos y Virgin Galactic de Richard Branson están trazando proyectos para continuar explorando el espacio profundo, pero ¿cuáles son los cohetes más sorprendentes? es una pregunta que vamos a responder a continuación.
¿Cuáles son los cohetes espaciales más poderosos?
No es de sorprender que uno de los sistemas más complejos esté desarrollado por la NASA, se trata del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés), el megacohete que promete llegar nuevamente a la Luna.
El SLS es la pieza central de la misión Artemis donde SpaceX tendrá un papel importante, pero ya llegaremos a ello.
El cohete es más alto que un edificio de 30 pisos y está siendo construido por Boeing; el programa que se anunció en 2010 ha pasado por retrasos y sobrecostos que han hecho opinar a los expertos espaciales que sería mejor lanzar misiones al espacio profundo en cohetes comerciales, no obstante los partidarios del programa señalan que es importante que la NASA tenga la capacidad de lanzamiento de carga pesada.
El núcleo del SLS contiene dos tanques propulsores, uno para almacenar oxígeno y otro para hidrógeno, juntos poseen una combinación de 2.7 millones de litros de propelente para los motores. El SLS fue diseñado para reutilizar la tecnología desarrollada para el programa de transbordadores espaciales de la NASA operados entre 1981 y 2011.
El cohete proporcionará la potencia necesaria para enviar al espacio a la nave Orión, con destino a la Luna.
El titán de SpaceX
SpaceX así como su fundador son la noticia del año en la industria aeroespacial, no solo por la impresionante tecnología que ha desarrollado o por el hecho de haberle quitado de las manos a Blue Origin el millonario contrato con la NASA, sino por el alcance que la compañía ha tenido y el desarrollo del sistema Starship Super Heavy, que Elon Musk y su equipo desarrollaron en la Starbase, la “ciudad espacial” que Musk está construyendo en Boca Chica, Texas.
Este poderoso y enorme cohete tiene la capacidad de transportar 150 toneladas de peso, tanto en materiales y maquinaria como seres humanos, para llegar a esta potencia SpaceX desarrolló el propulsor Booster 4 que combina 29 motores entre fijos y móviles y la Starship 20, la cual cuenta con seis motores.
Luego de lograr el montaje completo de Super Heavy, SpaceX decidió desmontarlo por completo debido a que aún no hay fecha para su prueba. A pesar de que en la primera prueba del Super Heavy no será posible recuperar las partes, Musk y su compañía buscan que sea completamente reutilizable.
El clásico espacial Estados Unidos Vs Rusia
Saturno V fue el cohete desechable de tres fases desarrollado por la NASA usado en los programas Apolo y Skylab con una altura de poco más de 110 metros y una masa de casi 3 mil toneladas y con capacidad para enviar 118 toneladas a la órbita terrestre baja.
Su diseño estuvo a cargo principalmente del Centro Marshall de vuelos espaciales ubicado en Alabama, Estados Unidos, no obstante algunos de los sistemas más importantes fueron construidos por subcontratistas como Boeing.
Cuando Estados Unidos logró construir el Saturno V con éxito, la Unión Soviética no quiso quedarse atrás en la lucha por la conquista del espacio y diseñó el N1, un cohete de tres etapas capaz de poner en órbita una carga útil de entre 40 y 50 toneladas, esta capacidad fue rediseñada a 98 toneladas luego de ser elegido para llevar a los astronautas rusos al espacio, su altura era de 105 metros.
El cohete fue diseñado por la oficina de diseño de Serguéi Koroliov, la OKB-1 (actualmente la compañía RKK Energía) y no estaba planeado para el alunizaje sino para llevar 70 toneladas de carga útil a Marte, no obstante, luego de perder ante Estados Unidos y tras cuatro intentos fallidos, el gobierno soviético dio por cancelado el programa.