En las últimas sesiones, el dólar estadounidense ha mostrado ligeras pérdidas en el tipo de cambio interbancario y, hacia la recta final del año, acumula una depreciación notable que lo ha llevado a niveles cercanos a su mínimo anual en diciembre.
El DXY o Índice del Dólar Estadounidense (USDX) —que mide el desempeño del dólar frente a seis divisas clave: euro, yen japonés, libra esterlina, dólar canadiense, corona sueca y franco suizo— también refleja esta debilidad en el mercado global.
Te podría interesar
Este indicador, que sube cuando el dólar se fortalece y baja cuando se deprecia, se ubicó el 11 de diciembre en 98.59 puntos, lo que implica una caída de alrededor del 7.82% en los últimos 12 meses y de más del 10% en el primer semestre del año.
Te podría interesar
Depreciación histórica
Según analistas financieros, este nivel representa la peor racha del dólar desde 1973 y marca el cierre de un ciclo alcista que se mantuvo durante 15 años, iniciado en 2010. Detrás de este retroceso convergen factores económicos y políticos que han debilitado su posición frente a otras monedas.
Dólar se deprecia y cae a su nivel más bajo en un año: estas son las razones
Con base en análisis económicos y de mercado recientes, la caída del dólar responde a una combinación de factores que incluyen decisiones políticas, expectativas monetarias y movimientos globales de capital. A continuación, explicamos cada uno:
Política
Desde enero de 2025, con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, se ordenó la aplicación de aranceles masivos a las importaciones, con tasas efectivas de hasta 18% en promedio, lo que reavivó tensiones comerciales con China y otros países.
Estas medidas redujeron la demanda global de activos en dólares, porque inversionistas extranjeros comenzaron a desprenderse de bonos y acciones estadounidenses ante el riesgo de mayor inflación y menor crecimiento económico.
Recortes de tasas de la FED
La Reserva Federal (FED) ha pausado su ciclo de recortes. El mercado anticipa un recorte de 25 puntos básicos en diciembre (con una probabilidad del 87%), y entre 2 y 3 ajustes adicionales en 2026, lo que disminuye el atractivo de los rendimientos de los bonos del Tesoro.
A esto se suma la presión de Trump para bajar aún más las tasas, así como sus propuestas de cambios internos, incluido Kevin Hassett como posible nuevo presidente de la FED.
Venta de activos
La venta de activos estadounidenses por parte de inversionistas globales también se ha acelerado. Fondos internacionales han sido repatriados desde Wall Street hacia refugios como el oro, que ha subido más del 12% hasta alcanzar los 3,000 dólares por onza, así como hacia bonos europeos y mercados emergentes.
Este movimiento refleja la creciente preocupación por la independencia de la FED y la estabilidad institucional del país.
Desaceleración económica
Finalmente, otro elemento que presiona al dólar es la desaceleración del crecimiento económico estadounidense. A la persistencia inflacionaria se suman tensiones geopolíticas que han minado la confianza internacional, contribuyendo a que la divisa alcance su nivel más bajo en un año.