El peso mexicano ha mostrado una recuperación significativa frente al dólar estadounidense, cerrando el día 5 de septiembre con una cotización por debajo de los 20 pesos por dólar. Este cierre marca un respiro en un entorno económico marcado por la volatilidad y la incertidumbre tanto a nivel local como internacional. Desde el inicio de 2024, el peso enfrentó diversos desafíos, incluyendo presiones internas como la aprobación de reformas legislativas y un entorno de desaceleración económica, así como factores externos como la incertidumbre electoral en Estados Unidos y las fluctuaciones en el comercio internacional.
A pesar de la depreciación acumulada del 17.7% en lo que va del año, el tipo de cambio ha logrado estabilizarse en las últimas jornadas, impulsado por un ajuste en las posiciones de carry trade y una relativa calma en el panorama internacional. No obstante, el nerviosismo en torno a las reformas en México, generaron fluctuaciones importantes en el valor del peso mexicano, afectando su comportamiento frente al dólar y otras monedas. La reciente aprobación de esta reforma ha profundizado la caída del peso, pero la moneda nacional ha mostrado una leve recuperación en las últimas horas.
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El escenario para el peso mexicano sigue siendo incierto de cara al cierre de 2024 y el inicio de 2025. Diversos analistas coinciden en que los factores que influirán en el tipo de cambio son tanto locales como internacionales. El entorno económico de México, caracterizado por una desaceleración del crecimiento y una inflación elevada, será clave en los próximos meses, así como las decisiones de política monetaria que tome el Banco de México.
¿Qué ha causado la volatilidad del peso mexicano?
Uno de los principales factores que ha impactado en el tipo de cambio es el proceso de reformas legislativas que está llevando a cabo el gobierno mexicano. La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial ha generado preocupación entre los inversionistas, quienes temen que estos cambios afecten la estabilidad del marco jurídico del país. Además, la posibilidad de que se aprueben otras reformas, como la desaparición de organismos autónomos clave para la competencia económica, encendió las alarmas en los mercados financieros.
Por otro lado, el escenario internacional también influye en el comportamiento del peso. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que tendrán lugar en 2024, generan incertidumbre en los mercados, ya que los candidatos podrían hacer declaraciones que afecten las relaciones comerciales entre ambos países. La posible revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 es otro factor que podría impactar en el tipo de cambio, especialmente si las reformas mexicanas entran en conflicto con las disposiciones del tratado.
El fenómeno del carry trade, que ha sido un factor importante en la apreciación del peso en los últimos años, también jugó un papel en la reciente volatilidad. La salida de posiciones de carry trade en mercados emergentes, impulsada en parte por las políticas monetarias en Japón, generó una mayor demanda de dólares y una presión sobre el peso mexicano. No obstante, algunos analistas consideran que este efecto ha sido temporal y que, a medida que la volatilidad disminuya, el peso podría estabilizarse.
Perspectivas para el tipo de cambio hacia 2025
A pesar de la recuperación reciente, los expertos de Monex anticipan que el peso mexicano seguirá enfrentando desafíos importantes en los próximos meses. Citibanamex señaló que el tipo de cambio podría moverse en un rango de entre 18.50 y 20.40 pesos por dólar, dependiendo de cómo evolucionen los factores de incertidumbre tanto en México como en el exterior. Si las reformas legislativas generan más tensiones, el peso podría depreciarse aún más, mientras que una disminución del nerviosismo podría llevar a una mayor apreciación de la moneda nacional.
Por otro lado, el paquete económico de 2025, que será presentado en noviembre, será un factor clave para el tipo de cambio. Los inversionistas estarán atentos a las medidas que tome el gobierno mexicano para enfrentar los retos económicos, especialmente en un entorno de menor crecimiento y una inflación persistente. Además, las decisiones que tome el Banco de México sobre las tasas de interés también influirán en el valor del peso.
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