Los ciclones y tormentas tropicales que actualmente amenazan las costas mexicanas muestra un panorama preocupante, con dos sistemas principales que tienen un impacto significativo en el país. Por un lado, el huracán Helene, ubicado frente a las costas de Quintana Roo, ha causado lluvias torrenciales, vientos intensos y oleaje elevado, afectando tanto las zonas urbanas como las turísticas. Por otro lado, los remanentes de John, que se regeneró como tormenta tropical frente a las costas de Guerrero, también están generando lluvias extraordinarias y condiciones peligrosas en la región del Pacífico.
El huracán Helene amenazó en la península de Yucatán
Helene, que comenzó como una tormenta tropical, se intensificó rápidamente a huracán categoría 1 y actualmente se encuentra cerca de las costas de Quintana Roo, con vientos sostenidos de 130 km/h y ráfagas de hasta 155 km/h. Aunque no se espera que toque tierra directamente, sus bandas nubosas han causado inundaciones, suspensión de vuelos y operaciones marítimas, y cortes de energía eléctrica en áreas como Cancún y Cozumel.
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Las autoridades han alertado a la población sobre el peligro de las lluvias intensas, que podrían alcanzar acumulados de hasta 200 mm en algunas zonas. Además, el oleaje en las costas ha superado los tres metros de altura, lo que ha obligado a la suspensión de actividades náuticas y el resguardo de más de 5,000 embarcaciones en la región.
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Remanentes de John con lluvias intensas en Guerrero y Michoacán
En el Pacífico, la tormenta tropical John, que había perdido fuerza, ha vuelto a regenerarse y se encuentra frente a las costas de Guerrero. Aunque sus vientos no son tan fuertes como los de Helene, las lluvias intensas que está provocando en los estados de Guerrero, Michoacán y Oaxaca son motivo de preocupación. En algunas áreas se han registrado acumulados de hasta 500 mm de lluvia, lo que aumenta el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
El impacto de estos fenómenos no solo se refleja en las condiciones climáticas, sino también en el turismo y la economía local. En Quintana Roo, se han cancelado más de 100 vuelos y decenas más han sufrido retrasos, afectando a miles de turistas que se encontraban en la región. Los hoteles han implementado medidas de emergencia para proteger a sus huéspedes, y se estima que hay más de 67 mil turistas en la zona.
En cuanto al sector energético, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desplegó cuadrillas para restaurar el suministro eléctrico en las áreas afectadas, pero aún quedan miles de usuarios sin servicio.
Las autoridades tambioén han desplegado brigadas de emergencia en las zonas afectadas para mitigar los daños causados por las lluvias y los vientos. Además, se ha recomendado a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de Protección Civil para evitar riesgos innecesarios.
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