La tormenta tropical Helene, que se formó el 24 de septiembre, ha generado gran preocupación por su posible conversión en huracán categoría 3, lo que podría impactar algunas zonas de México. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Helene se localiza al este-sureste de la costa de Quintana Roo.
Aunque no se espera que el centro del ciclón toque tierra, la proximidad con las costas mexicanas podría provocar lluvias intensas, vientos fuertes y oleaje elevado, afectando principalmente a la Península de Yucatán.
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Hasta el momento, se han emitido zonas de prevención y vigilancia en varios puntos de Quintana Roo y Yucatán debido a los efectos que podría ocasionar la tormenta. La trayectoria prevista indica que Helene pasará a unos 65 kilómetros de Cancún como huracán categoría 1, antes de intensificarse a categoría 3. A pesar de su desplazamiento hacia el noroeste, alejándose de México y dirigiéndose hacia el Golfo de México y Estados Unidos, las bandas nubosas de la tormenta generarán condiciones peligrosas en la región.
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¿Cuáles ciudades podría afectar el Huracán Helene?
Cancún, Cozumel, Playa del Carmen y otras ciudades turísticas de Quintana Roo y Yucatán podrían experimentar las consecuencias del fenómeno meteorológico. A partir del 25 de septiembre, la tormenta podría generar lluvias torrenciales, lo que incrementa el riesgo de inundaciones en zonas urbanas y rurales. Las autoridades advirtieron sobre la posibilidad de cortes de energía eléctrica y daños en infraestructura debido a los fuertes vientos.
Es crucial que los residentes y turistas de la región se mantengan informados y sigan las indicaciones de protección civil para evitar incidentes mayores. La zona costera, en particular, podría ser una de las más afectadas debido al oleaje elevado y a los fuertes vientos que acompañarán al huracán, incluso si no toca tierra directamente.
Las autoridades locales ya han activado protocolos de emergencia en Quintana Roo y Yucatán. Se han habilitado refugios temporales y se recomienda a la población asegurarse de tener suministros básicos, como agua potable, alimentos no perecederos y linternas. Las zonas turísticas han comenzado a tomar precauciones, con la posible evacuación de áreas de riesgo y la suspensión de actividades al aire libre.
A medida que Helene se desplaza hacia el noroeste, su fuerza podría intensificarse. Aunque las previsiones indican que se alejará hacia aguas abiertas del Atlántico, no se descartan impactos indirectos en algunas regiones de México. El monitoreo constante de la trayectoria de la tormenta será clave para prever cualquier cambio en su comportamiento y tomar medidas preventivas adicionales.
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