Tupperware y Avon, dos gigantes de la venta por catálogo que alguna vez lideraron sus respectivos mercados, han enfrentado dificultades financieras en los últimos años, lo que las ha llevado a declararse en bancarrota. Estas empresas, que marcaron una época en la venta directa, no lograron adaptarse completamente a los cambios en las tendencias del consumo y la tecnología. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse a flote, el comercio en línea y otros factores las han puesto en situaciones críticas.
Avon: Del éxito en la venta puerta a puerta a la bancarrota
Avon, fundada en 1886, se convirtió en un icono de la venta directa durante el siglo XX. Con su famoso lema "Avon llama", sus productos de belleza llegaron a millones de hogares a través de una red de vendedoras puerta a puerta. Sin embargo, la empresa ha enfrentado crecientes desafíos en las últimas décadas.
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En agosto de 2023, Avon Products Inc. se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, en gran parte debido a una serie de demandas que alegaban que el talco de sus productos podría causar cáncer. Estas demandas, que sumaron cientos de millones de dólares en pagos legales, fueron el golpe final para una empresa que ya estaba luchando por mantenerse relevante en un mercado cada vez más digital.
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A pesar de su reestructuración, las operaciones de Avon fuera de Estados Unidos, como en México, seguirán funcionando normalmente bajo la dirección de Natura & Co, que adquirió Avon en 2020. Natura ha declarado que apoya la reorganización de Avon y espera que las operaciones internacionales no se vean afectadas por la quiebra en Estados Unidos. Sin embargo, la compañía se enfrenta a la difícil tarea de recuperar la confianza de los consumidores mientras lidia con las demandas legales.
Tupperware: De revolucionar las cocinas a luchar por sobrevivir
Tupperware, fundada en 1946, es otra empresa que dejó una marca indeleble en la venta directa. Sus recipientes de plástico, promovidos a través de reuniones en casa conocidas como "Tupperware parties", se convirtieron en un fenómeno cultural en muchos países. Durante décadas, la empresa prosperó con este modelo de negocio innovador. Sin embargo, con el auge del comercio en línea y la preferencia de los consumidores por soluciones más ecológicas, Tupperware comenzó a perder terreno.
La empresa ha estado lidiando con problemas financieros desde hace varios años, y en 2023 solicitó protección bajo la Ley de Quiebras en Estados Unidos. A pesar de intentar diversificar su modelo de ventas hacia plataformas digitales y establecer acuerdos con minoristas, Tupperware no logró adaptarse lo suficientemente rápido a las nuevas demandas del mercado. En su peor momento, las acciones de la empresa se desplomaron más del 50% en un solo día en Wall Street.
Uno de los mayores retos de Tupperware ha sido su deuda masiva, que supera los mil millones de dólares. La empresa ha intentado reestructurar su deuda varias veces, pero la falta de liquidez y la caída en sus ventas globales han puesto en duda su capacidad para seguir operando. Neil Saunders, un experto de GlobalData, comentó que la empresa simplemente se quedó sin tiempo para recuperarse, a pesar de sus esfuerzos por ganar tiempo y "oxígeno" con acuerdos sobre su deuda.
¿Qué causó la caída de estas empresas?
En ambos casos, Avon y Tupperware han sido víctimas de un cambio en los hábitos de consumo. El comercio electrónico, liderado por gigantes como Amazon y Temu, ha transformado la manera en que las personas compran productos de belleza y artículos para el hogar. Además, la pandemia aceleró el crecimiento del comercio en línea, lo que dejó a las empresas tradicionales de venta por catálogo en una situación aún más vulnerable. Las estrategias de ventas directas de puerta a puerta o reuniones en casa ya no son tan efectivas como solían ser, y las empresas que no se adaptaron rápidamente han tenido que enfrentarse a las consecuencias.
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