En el contexto de la carrera presidencial de 2024 en Estados Unidos, el candidato republicano Donald Trump declaró su intención de imponer un arancel del 100% a la automotriz Stellantis si la empresa decide trasladar empleos a México. En un mitin en Michigan, un estado clave para la industria automotriz y los empleos relacionados, Trump expresó que tomaría esta medida para 'proteger el trabajo de los estadounidenses'.
“Díganle a Stellantis que si planean mudarse vamos a cobrarles un arancel del 100% por cada coche... y no se mudarán”, afirmó.
Stellantis, propietario de marcas como Chrysler, Jeep, Dodge y Ram, ha estado evaluando sus estrategias de producción a nivel global, incluyendo su presencia en Estados Unidos y otros países. En Michigan, donde muchos empleos dependen de la producción automotriz, la propuesta de Trump resuena entre los trabajadores. Durante el mitin, un orador destacó que Stellantis ya está enviando algunos vehículos de Chrysler a México, situación que alimenta el temor a una posible pérdida de empleos en el sector automotriz estadounidense.
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La propuesta de Trump de establecer un arancel del 100% forma parte de su postura proteccionista y de apoyo a la industria nacional, que ya ha sido un pilar de su estrategia en su mandato anterior. De ser elegido, el candidato republicano buscaría que empresas como Stellantis se mantengan en territorio estadounidense bajo la amenaza de imponer altos aranceles si trasladan puestos de trabajo al extranjero.
Sin embargo, esta propuesta también podría tener consecuencias para los consumidores y para la relación comercial con México, ya que un arancel de esta magnitud elevaría significativamente los costos de producción y, por ende, los precios de los vehículos importados. Si se aplicaran aranceles tan altos, los fabricantes podrían verse obligados a encarecer los productos para compensar los costos, afectando a los compradores en Estados Unidos y posiblemente provocando una menor demanda en el mercado automotriz.
Este enfoque de Trump se alinea con su discurso de campaña, que promueve políticas proteccionistas para fomentar el empleo interno y reducir la dependencia de bienes producidos fuera de Estados Unidos. Michigan, como estado con una larga tradición en la industria automotriz, es un campo fértil para este tipo de mensaje, pues allí se concentran miles de empleos relacionados con el sector.
En años recientes, Stellantis ha enfocado sus esfuerzos en reducir costos y optimizar sus operaciones a nivel global, lo que ha implicado una revisión de sus fábricas y sitios de producción. Aunque la empresa no ha confirmado oficialmente una reubicación de empleos a México, el mero hecho de considerar esta posibilidad ha generado reacciones políticas.
Por otro lado, la industria automotriz es una de las más interdependientes entre Estados Unidos y México, gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que regula y facilita el comercio entre los tres países. Las amenazas de Trump de imponer aranceles elevados podrían complicar las dinámicas de comercio establecidas bajo este acuerdo y crear tensiones con México, un país que también depende en gran medida de la producción y exportación de automóviles.
La propuesta de Trump refleja su política proteccionista de cara a la elección de 2024, en un intento por captar el voto de los trabajadores estadounidenses preocupados por la posible pérdida de empleos.
La respuesta de Stellantis y el rumbo que tome el proceso electoral definirán si estas amenazas de aranceles se convierten en realidad y qué implicaciones tendrán para el mercado automotriz y los trabajadores en ambos lados de la frontera.
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