Tener un salario de 20,000 pesos mensuales pareciera ser un ingreso cómodo para solventar los constantes desafíos financieros que existen en el país, existen factores que inciden directamente en la decisión de compra o renta de un inmueble, pero el más significativo es la capacidad de pago y acceso a un crédito hipotecario.
Situaciones como la juventud, el estado civil de soltería, la ausencia de hijos, empleos informales, deudas pendientes y bajos ingresos familiares, son elementos que inclinan a las personas hacia el alquiler en lugar de la compra de viviendas.
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Los altos pagos iniciales para hipotecas, la falta de acceso al crédito hipotecario y otros aspectos también se perfilan como incentivos para esta elección. Estos datos resaltan la importancia de analizar dichos factores en el contexto mexicano, con el propósito de diseñar políticas públicas que enriquezcan la calidad de vida de la población.
En ese tenor, no se puede pasar por alto el papel del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) pues con un sueldo mensual de 25,000 pesos a un plazo de 30 años, es posible acceder a un crédito de 652,815 pesos.
Este crédito representa una oportunidad significativa para aquellos que desean adentrarse en el mercado de la vivienda, brindando una alternativa atractiva para los que consideran la opción de compra. En un entorno donde las preferencias y tendencias habitacionales evolucionan, el Infonavit emerge como un aliado importante en la concreción de sueños de vivienda en México.
Según la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 (ENVI), realizada por el INEGI en colaboración con el Infonavit y la SHF, el alquiler emerge como solución para aproximadamente un tercio de la población en busca de vivienda en México.
De las viviendas habitadas en el país, que suman 35.3 millones, un 16 % se encuentra bajo régimen de alquiler formal y un 14 % se considera alquiler informal, ya sea a través de familiares, amigos o el empleo. De este modo, en México, el 31 % de las viviendas se encuentra en alquiler.
Al analizar las estadísticas estatales, las entidades con mayor prevalencia de alquiler son la Ciudad de México (44 %), Jalisco (41 %), Colima (38 %), Baja California Sur (36 %) y Estado de M??xico (36 %). En contraste, los estados con menor proporción de alquiler son Oaxaca (19 %), Tabasco (21 %), Hidalgo (22 %), Sinaloa (22 %) y Campeche (23 %). Estos números reflejan notables disparidades a nivel estatal. Adicionalmente, se observa que las áreas urbanas poseen tasas de alquiler más elevadas (34 %) en comparación con las zonas rurales (18 %).
Además las personas de entre 18 y 25 años, así como de 26 a 35 años, presentan tasas de alquiler superiores a otros grupos (66 % y 52 %, respectivamente). Similarmente, aquellos solteros y en unión libre también optan por el alquiler con tasas del 48 % y 44 %, respectivamente.
Cabe señalar que los estados donde los precios de la vivienda han experimentado un mayor crecimiento también presentan tasas de alquiler más elevadas.
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